Mi pequeño nephilim (Malec)

11. PARABATAI

POV ALEC

-¡Magnus Bane!, si en algo valoras la integridad de Alec, deberías abrir un portal para llevarlo al instituto antes de que se lastime.

Me sentía impotente, quería pelear para que no me alejaran de Magnus, pero el solo pensar en que mi novio sufriría lo indecible al darse cuenta que solo mi cuerpo se había transformado en el de un niño me torturaba, mi mirada no sea apartaba de el, quería que supiera que lo amaba.

Mi madre ordeno a Magnus que abriera un portal al instituto y antes d cruzar escuche sus palabras que para mi eran como una sentencia de muerte.

-Si realmente quieres volver a ver a Alec, tendrás que buscar la forma de regresarlo a la normalidad o juro por el ángel que no lo volverás a ver en los próximos trece años y de ser así me encargare de que se olvide de ti.-

Solo senti como sin mi permiso las lagrimas comenzaron a rodar por mis mejillas, era la peor situación que pude haber imaginado. ¿Que pasaría si realmente no encontramos como devolverme a la normalidad?, ¿Magnus dejaría de amarme?, ¿encontraría a alguien mas a quien amar?, el solo pesarlo encogía ami corazón.

En cuanto llegamos al instituto nos cruzamos con Izzy y Jace, quienes al vernos intentaron huir de mi madre.

-Isabelle y Jace!. ¡Deténganse¡ en este momento!, tienen mucho que explicar, ¿hasta cuando pensaban ocultarme lo que le había ocurrido a Alec?

-Lo siento Maryse - contesto Jace- simplemente no tuvimos la oportunidad, con todo lo de cacerIa de vampiros nos olvidamos del tema

-No te haga el gracioso conmigo Jonathan Christopher.

-Lo lamento mamá- continuo Izzy- no queriamos preocuparte, ademas, Magnus se esta encargando de todo. Por cierto ¿Y Magnus?

- !A quien le importa ese brujo¡, en este momento lo que necesito es que Alec vuelva a la normalidad, partimos a Idris mañana para consultar a los hermanos silenciosos. Seguramente ellos tendrán alguna información.

Yo continuaba luchado por zafarme del agarre de mi madre y me di cuenta que Jace me observaba con una mueca divertida, ¡ya me las pagara!. En un descuido, mi madre aflojo su mano y yo me solté echando a correr en dirección a la puerta, mi madre grito

-Alec, detente ahí!, Jace, ¡detenlo!.

-¿Porque debo detenerlo yo?

--¡Jonathan Cristopher Wayland Morgenstern Lightwood Herondale!, o vas por el o durante tres meses no saldrás de tu habitación ni recibirás visitas, para ser mas clara no veras a la srita. Fray

- Esta bien, esta bien.

Escuchar esas palabras y acelerar mi carrera fue todo uno, el momento lo aprovechó Izzy para escapar también,  casi alcanzaba el pomo de la puerta, pero en ese momento sentí como mi cuerpo se paralizaba, claro que era magia, seria estupido si no lo supiera, ya que mi novio es un brujo, ¿pero quien me paralizo de esta manera?.

- No te preocupes Maryse - esa voz, era el maldito de Lorenzo Rey -Ese pequeño está a salvo, no saldrá del instituto, pero dime, ¿a que debemos tanto alboroto querida?.-

-¡Vaya!, al menos alguien aquí hace lo que le corresponde. Gracias Lorenzo. Tal vez tu puedas ayudarme.

-Querida Maryse, sabes que estoy al servicio de la clave.

Mientras Jace me tomaba de la mano haciendo una señal de silencio  y me llevaba a sentar en uno de los sillones, escuche como mi madre le explicaba a Lorenzo lo ocurrido. Lo último que yo deseaba es que alguien como el se enterara, sobre todo después de que pretendió que dejará a Magnus por el, ¡Iluso!, jamas cambiaria a mi perfecto novio por este brujo petulante.