»3« Alma compartida

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Llovía, gotas y montones de ellas se deslizaban por mi rostro.

— ¡¿Qué acaba de ocurrir?! —el asombro fue inmediato.

Me encontraba nuevamente en la terraza del edificio.

De un brinco me levanté, estaba empapado y hacía demasiado frío, también tenía una ansiedad neuronal que entraba ganas de fumar y miedo, mucho miedo, pues todo aquello se sintió tan real como si yo mismo corriera peligro.

Acto seguido, una quemadura comenzaba a propagarse desde mi espalda hasta mis hombros —sentí el horror de la piel desprenderse— estaba siendo marcado por alguna clase de vudú japonés extraño y sacaba vapor simultáneamente.

Revisé de inmediato quitándome el abrigo y la camisa de "galaxy man" que traía puesto, efectivamente estaba enrojecido hasta donde alcanzaba a ver.

Ardían, las gotas que caían en mis hombros ardían y se evaporaban.

— ¡Me estoy convirtiendo! ¡me estoy convirtiendo!, ojalá sea en hombre lobo —estaba conmocionado y las muchas series de terror se apoderaron de mí.

La realidad era muy diferente (eran los indicios del despertar).

Mientras me reponía del shock pude ver a una vieja señora en el edificio vecino con mirada espeluznante.

« ¿Será que me lanzó el conjuro?»

Antes de bajar por las escaleras me cubrí de nuevo. Corrí hasta la puerta, descendiendo rápidamente al apartamento A513.

Entrando, uno de mis compañeros de piso estaba allí.

—Oye Billy. ¡Si te cuento no me lo creerás! —él se encontraba transfiriendo archivos desde el sensor neuronal —sus ojos estaban en blanco por lo que no podía reaccionar al instante— "diez por ciento para finalizar la carga de memorias" —aparecía en su antebrazo.

Merdam, no puedo esperar tanto —siendo imprudente, apago el interruptor del sensor neuronal. No medí las consecuencias. 

"Transferencia de archivos incompleta" —habló la voz sintética.

— ¡¿Qué acabas de hacer Jake?! Arruinaste mi carga, ¡llevaba desde la madrugada pasando esas memorias!

—No hay nada más importante que lo que te voy a decir Bill —le interrumpo sin vacilación.

—Sí claro, ya creo saberlo...

—Ya sabes ¿qué exactamente? —con desconcierto le pregunto.

—Que... bueno, no llegaste anoche... Es bien sabido ¿no?, con quién pasaste la noche mujeriego —bromeó después de que se le pasó el cabreo por lo del sensor neuronal.

—Bueno, sí... No, no, no, ninguna mujer, eso no es a lo que me refiero. Daniel Vampage, te suena...

— ¿Te acostaste con un hombre? —se fue de espaldas muerto de la risa.

Después de aclararle la merdam de noche que tuve, le conté todo lo ocurrido durante el periodo de tiempo que estuvo consciente Daniel Vampage.

La confusión, el caos e incertidumbre por la que atravesaba, inclusive podía sentir el hambre de aquel hombre en su momento. Me tomó un buen rato explicar y describir esa conexión tan vívida, además de presenciar un mundo completamente diferente.

«Nunca en la vida había visto tantos árboles reunidos sin tener de por medio una edificación o una autopista magnética. ¿Quién era ese sujeto? ¿Dónde había llegado a parar esta noche?» seguí preguntándome.

—Daniel Vampage... como el de la película de "Buscando a mi vampiro interior".

—Es enserio care pito, necesito ayuda —cuando estaba por mostrarle mi quemadura en la espalda, noté una mirada de profunda reflexión en Billy.

Me abstuve de mostrarle lo que serían las marcas y él continuó diciendo:

—Seguro fue un sueño amigo, no le des tantas vueltas. Si quieres, puedes conectarte al sóndar así sabré con mayor detalle lo que viste —Billy Wagner es un psicoanalista de humanoides, revisa la data de sus pacientes averiguando las fallas en el comportamiento y les asigna un programador especializado con el fin de repararlas. 

Nunca se habían conectado humanos puros en el sóndar, pues estaba prohibido. A lo que produjo más desconfianza mostrarle las marcas que me habían salido en la espalda.

Aumentaba mi paranoia.

—Puede que hayas soñado con una de esas historias que narraba tu abuelo, hay registros sobre humanos que tienen ese tipo de sueño vívido, es de lo más normal —aclaró Billy, para después insistir— ¿Cómo era esa silueta que vio ese tal Daniel? ¿era femenina?

—Esto me está empezando a poner de nervios Billy, nunca había experimentado "ese sueño vívido" del que hablas lo mejor es dejarlo hasta aquí —al final me puse histérico y mis manos tambaleaban como aquel que recientemente ha dejado las drogas.

La presión y mareo que sentí cuando vi el objeto esa noche volvió a aparecer como una migraña intensa que me ponía aún más histérico.

—Bill, discúlpame la verdad, estoy algo cansado. La silueta era... no recuerdo bien, en ese momento nos desplomamos, pero creo que era de una mujer —respiré hondo, traté de volver en sí y fui a mi recámara a tomar una pequeña siesta.

Tras la puerta, se escuchaban murmullos entre dos personas.

— ¡Rebecca apareció! —dijo.

Enviados del tiempo ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora