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Llevó una hora más o menos esperando en esta sala prácticamente vacía. Recuerdo textual que me dijo la enfermera cuando tengamos noticias le diremos. Y heme aquí. Esperando hace dos horas y nada. Ni el loro pasa.

En síntesis lo que pasó mientras a Noah casi se lo lleva Dios o el diablo. No estoy segura todavía. Bueno, lo estabilizaron. Así que sigue vivo. Dios como lloré. Y encima no se como pero abrió los ojos y me vio toda llorona. No quiero imaginar mi aspecto en ese momento. Diuh. Yo pensando en mi y el todo moribundo a punto de morirse. Me dijo lo siguiente "No le digas a nadie". ¿Escucharon? Bueno, seria leyeron. Igual se entiende ¿O no?. Cuestión que no se como quiere que no le diga a nadie. Todos están preocupados por el y me pide que no le diga a nadie. Pero lo entiendo y por esa razón estoy sola. En realidad, llamé a una persona. Josef. Dijo que vendría lo más rápido posible porque se encontraba en la otra punta de la ciudad buscándolo a Noah. Hace unos quince minutos habremos hablado.
A todo esto son las once de la noche. ¿Once?. Ay Dios. Mis padres me deben estar buscando tengo que llamarlos.

Tomo mi celular rápidamente y justo entra una llamada. Jorge. JA. Que siga llamando porque no le voy a contestar. Rechazó la llamada número siete de su parte. Changas. Tengo  veinte llamadas perdidas. No lo escuché en ningún momento. Habrá sido la situación lo que me absolvió de todo lo demás. Busco entre mis contactos a mi padre. Bingo. Lo marcó y espero a que me conteste.

-Hola Bianca ¿Estas bien?.- Dice preocupado.

-Si estoy bien papá. No hay nada de que preocuparse.- Digo lo más tranquila. Parece que ya le fueron con el cuento. Seguro fue Jorge ¿Quien mas si no?

-¿En donde estas?¿Sabes que hora es no?

-Si papá y lo siento. Se me pasó la hora volando. Estoy en lo de Carter.- Sale sin problema la mentira. Bravo toda una mentirosa Bianca. Shh. Es por el bien de todos... O de los más importantes.- Así que te quería avisar que me quedaré a dormir en su casa.

-Está bien hija. No hay problema. Diviértanse.- Trata de animarme mi padre.

-Gracias, adiós.- Habló rápidamente. Antes de que puede corresponderme a mi despedida cortó. Suspiro mirando mi teléfono. Que loco es todo. Hace un par de semanas era una chica normal. Con solamente amigas. ¿Y ahora? Se dio vuelta patas arriba. Aunque tal vez tenga su lado bueno... Sigo sin encontrarlo. Pero no pasa nada.

En cuanto a mi padre problema resuelto. Mintiendo, como siempre. Sólo cuando es estrictamente necesario. Eso se está volviendo muy común señorita estrictamente necesario. Shh conciencia que ahí viene un doctor. Espero que me de noticias de Noah. Estoy cansada y me duele todo. Eso debe ser por correr. Deberías hacer mas ejercicio Bianca. Consciencia deja de molestar ¿Puedes? No. Igual tampoco quería que lo hicieras. Como digas.

- ¿Usted es pariente de Noah?.- Habla el doctor sacándome de mis pensamientos.

-Soy su amiga.- Digo dudosa. Eso lo pongo en cuestión. El mira alrededor de la sala. Pero esta vacia. Sin contarnos a nosotros obviamente. - Pero soy la única que lo puede acompañar así que deberá decirme a mi.-  Aclaro con una mueca.

El asiente.- Bien, el chico entró con sobredosis de drogas, alcohol, pastillas. Me sorprende que no haya muerto antes.

-¿Se murió?.- Digo quedándome sin respiración. Changas. Changas. ¿Como se lo diré a todos? Puedes esperar la respuesta del medico? Por favor Bianca. Deja de exagerar todo. ¿Como quieres que no lo haga si casi lo veo irse con mis propios ojos?Buen punto.

-No no no.- Se apresura a contestar.- Tuvimos que ponerle suero, oxígeno y hacerle un lavaje de estómago. Y si en un par de horas sigue con los efectos tendremos que hacerle diálisis. Pero no creo que sea necesario.- Dice negando.

No Tan Cliché IIWhere stories live. Discover now