Parte X

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Los grandes portones chirrían al abrirse con precavida lentitud. Una ráfaga de aire polvoriento y opaco se cuela veloz. La fina tierra en suspensión hace que el exterior quede oculto y la escena parezca sacada de la película cliché más cutre que haya visto, solo que esto es terrorífico de verdad porque es real. La catedral entera está en silencio, parece que el propio lugar está conteniendo el aliento. Toda la tensión del ambiente se concentra en mi mandíbula, que tan pronto como se introduce una sombría silueta, arranca el desenfrenado castañeo de mis dientes. Incluso siento graves náuseas y escalofríos por todo el cuerpo.

Entonces, la suciedad del ambiente se disipa llevándose al suspense consigo y permitiéndonos comprobar quién está sacudiéndose el polvo de los hombros. Es fácil reconocerle, ¿cómo no después de una entrada espectacular y tanta grasa en el pelo? Es el asqueroso del engominado.

—Probetita, ¿dónde estás? —pregunta potenciando la voz, para que ningún rincón se quede sin saber que es un imperioso cretino

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—Probetita, ¿dónde estás? —pregunta potenciando la voz, para que ningún rincón se quede sin saber que es un imperioso cretino. Para él, todo es un espectáculo.

—Joder —blasfemo, sin evitar que se me pongan los ojos en blanco.

—Bonito despliegue... Inútil, pero creativo —comenta señalando el suelo iridiscente.

No sé lo que hace este pasmado aquí, porque aparte de ser peor que un pelo en la lengua o una pestaña en el ojo, todo lo que sabe hacer es estorbar

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No sé lo que hace este pasmado aquí, porque aparte de ser peor que un pelo en la lengua o una pestaña en el ojo, todo lo que sabe hacer es estorbar. Así que tiene que ser una distracción.

—¡Tened cuidado! —advierto— Quiere distraernos.

—Bah, para el caso que te van a hacer ni te molestes.

Hasta que no intento entender lo que dice, no me doy cuenta de que nadie se ha movido. Me perturba no distinguir si es real o me está manipulando. Todo podría ser con psicópatas que se entretienen con el sufrimiento externo.

—¡Déjales en paz! Me queréis a mí, nada más, ¿verdad? Pues libérales o lo que sea... ¡Hazlo!

—Así es más divertido —se niega sonriendo.

—Veremos quién ríe el último —dice una voz escocesa, que se lanza a por la espalda del engominado, atrapándole por sorpresa. El doctor no cede a los forcejeos de su oponente en los intentos de escaparse, quienes gruñen como ancianos intentando levantarse. A pesar de parecer enclenque, Dommy es bastante fuerte, pero no sé si lo suficiente— ¡Ava!

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⏰ Última actualización: Jan 25, 2019 ⏰

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