34.El viaje recien ha empezado

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Jamás había ido a un centro comercial vacío, no quería pensar todo lo que había hecho Justin para llegar cerrarlos solo para nosotros. Pero ya me imagino como se hubiera descontrolado la situación si no lo hubiera hecho, la multitud afuera gritando era la prueba A.

—No me puedes comprar todos los vestidos existentes en este centro comercial, Justin—le digo, después de haberle preguntado por dos opciones de vestido para probarme.

—En realidad si puedo…—viro mis ojos antes de responderle.

—Lo sé, pero no te lo permitiría. —él me saca la lengua mientras se aleja por la sección de accesorios.

Sostengo los vestidos en el aire, convenciéndome más por el blanco. Se veía elegante, y me podía imaginar en él, sin sentirme muy incómoda. Levanté la etiqueta, para poder ver el precio del vestido.

La única razón por la que no caí de espaldas contra el suelo es probablemente suerte. ¿Cómo un solo vestido podía estar más de mil dólares? Era tela unida. No tenía sentido.

Cuelgo el vestido en el colgador nuevamente.

—Justin, ¿Por qué mejor no vamos a buscar a otra tienda?—le pregunto, cuando me acerco a él.

Para ese momento, él estaba probándose encima cualquier cosa que encontraba desde un sombrero de plumas, hasta joyería fina y cara. Me rió al ver su look, haciéndolo sonreír.

—Pensé que te había convencido el vestido blanco…

—Cambié de opinión, ¿A dónde me has traído? Dije centro comercial apto para todo el público…y aquí…uno de estos vestidos equivale a lo que gasto en algo más importante que ropa.

—Pequeña Meggy, no me imaginó que cara hubieras puesto si te hubiera llevado a la Quinta Avenida en Nueva York. Te hubieras desmayado—dice sonriendo—No es problema para mí, Meggy. Lo puedo pagar. Quiero comprártelo. ¿Qué sentido tendría ganar tanto dinero si no puedo gastarlo en hacer feliz a las personas que amo?

— ¿Estás seguro?—le pregunto dudosa.

Dan's Girl {#BieberAwards}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora