—¡Basta!— Billy le tapo la boca con ambas manos. —A veces eres un bobo, pero eres mi bobo adorable. Ahora comportate porque estamos en un vestidor rodeados de muchas personas y si sigues diciendo todas esas cosas...no me hago responsable de mis actos.

Jason sonrio de manera coqueta y movió las cejas de manera sugerente haciendo que Billy soltara una pequeña risa y Jason como que se derritió por dentro.

—Hey — Henry se acercó ellos y les dio una mirada divertida. —Si siguen dándose esas miraditas azucaradas, van a empezar a llover flores y corazones del cielo y todos en esta habitación vamos terminar vomitando arcoiris.

—Buuu, agua fiestas—se quejó el capitán.

—Es que necesitan que alguien los mantenga en orden, además el entrenador quiere que nos reunamos. —Dijo Henry y se alejó hasta un punto del vestidor en donde todos estaban reunidos.

Billy y Jason se acercaron también sabiendo que probablemente lo que el entrenador quería era darles su usual discurso, ese que servía para infundirles animo. Jason observó al resto de sus compañeros y reprimió una sonrisa al darse cuenta que todos prácticamente vibraban a causa de los nervios y la emoción.

—Primero que nada— empezó el entrenador parándose en medio del semicírculo que todos los jóvenes  habían formado — quiero que sepan que estoy muy orgulloso de todos ustedes,  porque se han dedicado en cuerpo y alma a llevar al equipo hasta aquí...y en segundo lugar, me gustaría que en esta ocasión, sea nuestro Capitán quien nos de las últimas palabras de aliento en este campeonato.

Jason parpadeo sorprendido y no reaccióno hasta que Billy le dio un suave empujon y le dijo un suave "adelante". El capitán avanzó hasta tomar el lugar del entrenador y se quedo en silencio un momento tratando de encontrar las palabras adecuadas para infundirles valor a sus compañeros, estaba nervioso y por eso decidió posar sus ojos en la única persona que lo hacia sentir invensible. Y la sonrisa alentadora que su chico le dio basto para que a su mente acudieran las palabras perfectas.

—No soy bueno con las palabras— dijo suspirando—Pero tampoco creo que sea necesario que rebusque esas palabras, porque ustedes saben de sobra lo increiblementes buenos que son. Saben jugar en equipo y estan esforzandose al maximo para alcanzar las metas que nos hemos propuesto, prueba de ello es que hoy estemos aquí para jugar una final que nos merecemos.

«No voy a exigirles ganar, al contrario quiero que cuando salgamos al campo en lo único que piensen es en divertirse, quiero que recuerden que llegamos aquí precisamente porque nos divertimos al jugar ¿y la victoria? Bueno, si no la tenemos hoy almenos sabremos que dimos todo y eso es lo que realmente cuenta. »

Billy asintió diciéndole en silencio que lo estaba haciendo bien.

—Entonces vengan esas manos— dijo el capitán extendiendo la suya y poniéndola frente a todos los demás y porsupuesto que fueron Billy y Henry los primeros en colocar sus manos sobre la del capitán. —Somos un equipo, somos uno y por lo tanto somos imparables.

—¡Somos imparables!— gritaron todos haciendo que Jason se sintiera muy orgulloso.

—Vamos— El entrenador aplaudió y empezó a guiar a todos a fuera de los vestidores. —Es hora de salir.

Jason espero a que los demás salieran y entonces tomo la mano de Billy para retenerlo un momento. El rubio giró y lo dedico una mirada interrogativa a lo que el capitán simplemente sonrio.

—¿Beso de la buena suerte?— preguntó Billy.

—Por favor.

Para sorpresa de Jason, su chico se lanzó a sus brazos y lo besó con ímpetu. Sus labios eran suaves y calidos. Ni hablar de la forma en la que aquellas manos se hundieron en su cabello castaño. Pero así de rápido como se acercó, se alejo dejando al capitán un poco aturdido.

La suerte del capitán (Suerte #2)Where stories live. Discover now