Salvadores/Zodiaco

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-Piscis.

Caminamos rápidamente por los pasillos del Instituto con una intranquilidad profunda.

Mientras seguimos a una señora de caderas anchas atrapadas en una fina falda tubo y con unos altos tacones rojos de punta, los que podría tomar en cualquier momento y apuñalar nuestros cuerpos uno por uno.

Sus ojos marrones nos observan a través del cristal de las gafas con fastidio mientras nos dirigía al despacho del director.

-Leo.

Intentando disimular despeiné mi cabello rubio, cuando entramos claro que me dio mala espina cuando lo vi tambalearse con nerviosismo y ocultar aquellos folios en el cajón del escritorio.

Para después abrir los brazos y la boca formando una especie de sonrisa que se asemejaba más a la macabra mueca de un personaje creado por stephen Queen, un escrito de mi amado planeta.

-Libra.

—Pero que gusto, gracias madam Julia por traerme a estos angelitos sanos y salvos a esta oficina de conocimiento.— Dice acercándose a la mujer.

Mi radar se activó cuando mis oscuros ojos observaron sus manos tocando su hombro derecho en señal de que se retirará, pude notar sus miradas lujuriosas al contacto como si fueran actores de una película porno de ancianos, por lo que el delicioso desayuno que había comido con prisa me amenaza en salir por mi garganta manchando la Inmaculada alfombra que nos rodeaba como diciéndome:

   — Otra más así y salgo disparado como metralleta de balas infinitas.

-Acuario.

—Ha sido un placer para mí, querido director.—Menciona.

Mientras sus voluminosos y alargadas pestañas subían y bajaban en un molesto trance, mientras sonreía complacida y en su rostro aparecían arrugas recubiertas con maquillaje, para después girar dejando ver su cuerpo y su ceñida ropa salir cual pasarela de modas.

Sí así son todas las mujeres de aquí, no puedo imaginar pasar desapercibida, eche un vistazo a mi vestir, un pantalón estilo campana y una holgada blusa blanca sin ningún motivo.

¿Tendré yo que cambiar ?, no creo que me siente el modelito de zorra con complejo de barbie.

-Sagitario.

—No imaginan mi sonrisa cuando me llamaron a decirme que tendría a doce inteligentes y dotados alumnos de intercambio de Europa.—Dijo como si aún no se lo hubiera terminado de creer.

—Oui.—Digo de la nada llevándome miradas de desesperación.

Note hasta el "Para ya las estupideces Sagitario" de los labios inmóviles de mi hermana.

—Es-tu français? Mademoiselle.—Dice y yo sonrío al momento. 

DIAAA...S DE LAS SEMANA, ¿Qué significa eso?

—Oui Oui.—DiGO de forma sofisticada imitando a las series francesa que mamá ve.

-Aria.

Casi estallo en risa descontrolada al oír el  —Oui oiu de Sagi, en realidad estuve a punto, si no hubiera sido por el codazo de Escor mi risilla estuviera esparcida en un eco continuo e incómodo.

  — Aquí están sus clases, las horas y el número de sus casilleros, si necesitan algo más no duden en venir a visitarme... — Dice mientras llevaba sus ojos a la puerta al instante.