Salvadores/Zodiaco

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Pov cáncer.

Estoy acostaba en mi cama y no he podido de dejar de pensar en mi hermana tauro y aunque sé que es una de las mujeres más fuertes y valientes que conozco, me asusta que se sienta rechazada en Ambar porqué si yo estuviera en su lugar sin duda estaría aterrada de pasar tanto tiempo con personas que no ven nada bueno cuando me observan.

Tau y yo siempre hemos sido muy unidas, ella me consoló cuando James me rechazo y Acuario abandono nuestra amistad y yo sólo puedo pensar en sus enormes ojos azulados y sus piernas borrosas a mi vista mientras me arrastraba por todo nuestro castillo y aunque yo fuera la mayor ella siempre me protegia de todo.

Me quedo mirando fijamente  a Pics y él no lo nota.

tiene sus ojos achinados fijos en su mano derecha, está acostado boca arriba en la cama aun lado de la mía.

Recuerdo la  vez que fui a pedirle disculpas a Acuario a su castillo, él se ofreció a llevarme y cuando fui nuevamente rechazada y mis ojos se cristalizaron mientras caminaba de vuelta al auto, él me observo en silencio y condujo a una heladería.

 —¿Quieren jugar?—Dice escor.

Aries lo observa desconcertada pero luego de unos segundos, supongo que de leer su mente borra esa mirada de su rostro.

Pisc y yo lo miramos,  tiene una baraja de cartas zodiacales en sus manos balanceándolas de un lado a otro.

  — Creo que no están listo para perder, escor.— Dice Aria retandonos.

  — Dudo que eso suceda.— Dice Pisc levantándose.—Siempre ganó.—Miente piscis.

 —Como digas enorme saco de papas.—Dije mientras me abalanzaba en su hombros para que me llevara al otro lado de la habitación.

  — Puedo ser invisible no hulk. — Dice fingiendo que peso mil toneladas.

Aria suelta una cargada por eso, igual que yo, pero luego le doy un golpe en la frente.

  — Vamos Esclavo, camina. — Digo.

Escor ríe ahora.

  — Eso es realmente vergonzoso.  — Dice entre risas mirando a piscis.

Pov Vir.

  Me habia tocado en el grupo esmeralda y sólo trataba con sagitario y no soy bueno haciendo amigos.

Fijó la vista en mi libro desesperadamente cuando veo que Sam se acerca a hablarme, se sienta a mi lado en el piso de la habitación, pero yo la ignoro.

Le da un golpe al libro haciendo que caiga fuera de mi alcance por lo que la miro como si estuviera loca.

 —Baia vir, yo que pasaba por aquí te he visto tan desocupado y dispuesto.—Dice pestañeando repetidas veces.

  — Amigo friki, como eres el que más conozco de aquí tendrás la suerte de ser de ser mi compañero de aventuras.— Dice y yo le doy una sonrisa torcida.

  —Estas desesperada ¿Cierto?— Digo y ella borra la sonrisa de su rostro.

 — No sé a qué te refieres. — Dice y yo la miro incrédulo.

  — Sólo lo digo por la cinta y el cloroformo zodiacal que traes en tú mochila. — Digo nervioso.

  Ella ríe lentamente  — Pero que gracioso eres, por eso me agradas.— Dice dándome un golpe en el hombro.