11. Repaso

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Están sentados en un rinconcito discreto de un bonito restaurante de luz tenue. Ella apura su copa de vino. 

_ Creo que estoy bebiendo algo más de la cuenta. Recuerdas donde vivo, ¿verdad? - le pregunta ella.

_ Sí, pero esta noche te llevaré a mi casa - le dice él -. Aún no hemos probado mi cama.

_ Me parece bien - sonríe ella. 

Él no quiere que se le escape la oportunidad:

_ Hemos quedado en que me hablarías de tus exs... Quiero saber contra quiénes me enfrento.

_ Contra nadie. Me tienes total y absolutamente fascinada...

Él nota que el corazón da un salto. 

_ ¿Y cómo es eso? ¿Qué tengo yo que no tengan los otros¿ ¿Que no tenga Ian, por ejemplo?

_ Eres rico y famoso - ríe ella. Él sonríe.

_ Ya sé que eso a ti te da igual.

_ Me gustas, Ed. ¿Tan difícil es de entender? Me gusta estar contigo. Cada vez que nos separamos, ni que sean cinco minutos, sólo deseo volver a estar contigo lo antes posible - le dice ella.

A él le admira esa capacidad que tiene ella para admitir sus propios sentimientos, sin miedos.

_ A mí también me pasa - murmura él. A él, en cambio, le cuesta exponerse, tiene miedo de hablar de lo que siente por si eso estropea las cosas. Vuelve a la carga. - Me tenías que hablar de tus exs.

_ Uf, ¡qué rollo! 

Pero él no le permite escaquearse. Ella hace ver que piensa y empieza...

Ella le explica que su primer noviete se llamaba William. Que empezó a salir con él cuando tenía dieciséis años y que perdió la virginidad con él, que era unos años mayor que ella. Le conoció a través de una amiga suya del colegio y estuvieron juntos aproximadamente año y medio. ¿Y qué pasó? Pues que eran unos críos y que ella no era adecuada para él. La hija de una mujer soltera - por muy ricos que fueran sus padres - no era suficiente para una familia aristocrática inglesa de muy rancio abolengo, como era la de Will. Ella ríe mientras le comenta que probablemente ahora, con la actual crisis, seguro que le abrirían las dos puertas y le pondrían incluso una alfombra roja. Pero en aquel entonces, tenían que verse a escondidas y, bueno, tampoco creía que su primer novio, por mucho que le quisiera, fuera a ser el único. 

Luego, cuando estaba en Barcelona... ¿En Barcelona? Ella se da cuenta de que no le ha explicado que su madre vive allí. Que estudió en Inglaterra pero que cuando acabó el colegio, regresó a casa de su madre. Y aunque en octubre volvía a Londres a estudiar, el traslado sirvió para finiquitar definitivamente su historia con William. ¿Ha sabido algo más de él? Sí, sí, son amigos. Se ven de vez en cuando. Él está recién y felizmente casado. 

Al poco de aterrizar en Barcelona, conoció a Isaac y a su lado pasó aquel largo verano. Puesto que en otoño volvía a marcharse, sabía que aquello también tenía fecha de caducidad. Él le dice que así explicado parece que romper aquellas relaciones resultó sencillo. Ella lo niega. Explica que si bien es cierto que con Will tenía bastante asumido desde buen principio que no llegarían a ningún lado, el momento en que la rotura se hizo efectiva resultó duro y que al principio le echaba de menos... Pero que, casualmente, Isaac apareció enseguida y se enamoró perdidamente de él.

London daysDonde viven las historias. Descúbrelo ahora