— Es una sorpresa.

— Harry, sabes que odio las sorpresas —dice Charlotte haciendo un puchero.

— Te prometo que esta vale la pena —dice Harry emocionado.

Realmente esperaba que a Charlotte le gustara todo lo que tenía preparado para ella esta noche. Había planeado esto con ayuda de Louis –quién se la pasó preguntando el nombre la misteriosa chica que traía como un completo imbecil a su mejor amigo–.





— Buenas noches, bienvenidos, ¿tienen reservación? —pregunta una mujer de mediana edad en la entrada de un muy lujoso restaurante.

— Uh... si, a nombre de Harry Styles.

La mujer abre aún más los ojos —Oh, disculpe Sr. Styles, bienvenido, pase por acá.

Harry odiaba que lo trataran de manera especial sólo por ser uno de los empresarios más famosos de Los Angeles. Él siempre ha dicho "trata a la gente con amabilidad" sin importar qué, odiaba a las personas que se creían más importantes solo por ser parte de alguna famosa empresa o algo por el estilo.

Charlotte amaba eso en él. Después de todo seguía siendo el chico de corazón de oro del cual se enamoró.

Se dirigieron a su respectiva mesa, era en la terraza, la vista era hermosa, los edificios se veían a lo lejos y pequeñas luces los adornaban. Charlotte observó impactada.

Harry retiró un poco la silla de la mesa y le indicó a Charlotte que se sentara, después se sentó frente a ella.

— En un momento vendrá mi compañera a tomarles la orden, Sr. Styles, que disfrute su noche.

— Muchas gracias —dijo Harry suspirando.

Después de unos minutos se acerca lo que parecía ser, la mesera.

— Buenas noches, mi nombre es Trina y yo los estaré atendiendo esta noche —dice una chica de no más se veinticinco años observando directamente a Harry.

Charlotte la observa con una mirada intimidante... o bueno, al menos eso intenta. A veces odiaba que su apariencia fuera tan tierna e inocente. Pero Harry lo amaba completamente.

La chica se aleja para que ellos puedan decidir qué pedirán. Charlotte mira el menú por una eternidad y al final se decide por spaguetti a la boloñesa.

La chica se acerca de nuevo a ellos y les toma su orden.

— ¿Qué desea pedir, Sr. Styles? —dice la chica sonriéndole mientras juega con el imbecil y estupido lapicero.

Esta bien, Charlotte tenía que controlarse.

"Qui disii pidir, Sr. Stylis." Charlotte rueda los ojos.

— Mmmm... yo pediré el especial de la casa y una copa de vino —le dice Harry sin observarla.

La chica lo queda viendo tratando de llamar su atención y Charlotte le sonríe a Harry al ver que ni siquiera voltea a verla.

— ¿Y su hija qué pedirá?.

Okay, esto era demasiado.

querida charlotte; hs [descontinuada]Where stories live. Discover now