CAMINO A TU DESTINO ©️® (TERMINADA)

Parte 32: Y Todo se fue a la mierda...

CONTINUACIÓN>>>

"Bien". Ella asiente y se pone de pie, colocando una mano tranquilizadora en la cabeza de King, mirándome todo el tiempo. —Y dice. Pero, no hice lo que papá me dijo que hiciera. Ni siquiera conozco a esta chica Camil. Le dije a mi papá que no iría a ningún lado hasta que esta mierda terminara.

—No tengo duda de que no lo hizo, pero solo porque no tenía tiempo. No la escuché decirle a Mia que no iba a irse. La escuché decir que no quería que su padre se enojara. Entonces, ella puede arrojar su mierda todo lo que quiere. Yo sé la verdad. Por mucho que odie admitirlo, duele. Me duele mucho saber que ella quiere dejarme.

Sé que esta mierda no comenzó bien. Demonios, todo sobre nosotros dos comenzó tan mal. Desde la primera noche que la toqué, ha sido una mierda tras otra.

Aun así, estaba dispuesto a ir a la guerra con el club de su padre solo para mantenerla a mi lado, y ella ni siquiera estaba dispuesta a desobedecer a su padre por mí.

Ignorándola, miro a Mia y doblo mi labio con disgusto.

—Dame tu maldito teléfono, también, luego regresa tu estúpido trasero a la habitación. Considéralo tu hogar de hoy en adelante hasta que me deshaga de ti. No vuelvas a salir sin un hermano a tu lado.

Ella corre desde la cama, y veo ira en su rostro. Ella hurga en su bolsillo y me tira su teléfono.

—Aquí tiene, señor Presidente.

Con eso, sale corriendo de la habitación, y mi atención vuelve a Dian.

Ella tiene su teléfono en la mano mientras camina hacia mí.

Estás siendo un hijo de puta. Si me escucharas, sabrías que esta mierda no es lo que estás pensando.

—No trates de mentirme, Dian. No me gustan los mentirosos, y está tomando todas mis fuerzas para no exponer a tu trasero como es, digo, extendiendo mi mano hacia su teléfono.

Ella parpadea y menea la cabeza, obviamente sorprendida por mi ira.

—Bien, Rick. Hazlo a tu maldita manera.

Cuando ella lo pone en mi mano, veo que toda la pantalla está rota y que la caja de plástico está agrietada.

¿Qué diablos pasó con esto?

"¿Importa?", Pregunta, volviendo a la cama. Si te digo la verdad, no me creerías de todos modos.

Haciendo caso omiso de su boca inteligente, giró sobre mis talones y camino hacia la puerta.

Miro por encima de mi hombro a Dian, justo antes de entrar al pasillo. 

—Mantienes tu culo encerrado y acostado aquí. Tendrás a alguien mirando la puerta de hoy en adelante.