Capítulo 19

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Pasaron exactamente dos semanas, dos semanas en las que estuve en una crisis emocional por saber que no podía borrar lo que alguna vez Austin Brown hizo sentir a mi corazón. En esos días me la pasaba encerrada en mi habitación sin permitirle ningún acceso a Will o Logan ni siquiera a mi propia madre, pero supongo que ya sabía por lo que pasaba o alguno de los dos chismosos de mis mejores amigos se lo diría, claro son los únicos que sabían por lo que pasaba, pero solo uno sabe la historia completa.

Mi debate ahora era solo en salir o no salir, en primera apesto, en segunda parezco vampira con toda mi habitación a oscuras y en tercera... esta no soy yo.
Mis pensamientos son interrumpidos por la voz de madre que toca con suavidad mi puerta, con miedo a que no respondiera o que dijera algún tipo de estupidez y la hiciera sacar de casilla.

-Jane... hija, tienes que salir de allí, llevas dos... casi tres días- se corrige- metida en tu habitación, ni siquiera dejas entrar a Will y Logan, ni siquiera comes- su voz suena débil.

No quería responder, después de todo no quiero faltar el respeto a mi madre de nuevo, no otra vez. Madre no tiene la culpa de mis amoríos ni aquellos dos idiotas, nadie la tiene solo yo. No puedo hacerle eso a ella, merece la respuesta.

-Dame unos minutos por favor- pido de manera amable- solo en lo que me doy una ducha y prometo bajar.

Me acercó lo suficiente a la puerta para que ella me escuche y acepte lo que le dije.

-Te veo a bajo- pude sentir como su tono vibraba no como tristeza sino como alegría.

Tal vez mi cueva (habitación) podría dar miedo si una persona entra aquí ahora mismo- le doy una mirada a mi habitación- la cobija desarreglada cae por el costado de la cama, la almohada está en una posición del otro lado de esta, ropa sucia y limpia se encuentra esparcida por la habitación con algunos peluches envueltos en estas, fotografías y demás en el suelo. La tenue luz apenas y se asomaba por la ventana.
Estoy segura que a cualquiera le daría escalofríos entrar aquí.

Claro, esto ya lo había vivido antes, por esa razón me importa poco lo que pasé después. Me adentro a la ducha.

-Jane, tengo que hablar contigo.

Austin me citó a un pequeño parque de la colonia, ya llevábamos como tres semanas intentando que lo de nosotros funcionará y créanme todo iba de maravilla hasta que oí esas palabras salir de su perfecta boca.

-Me iré- suelta mientras me mira a los ojos con detenimiento, tristeza y remordimiento se refleja en sus ojos.

-¿A que te refieres?- lo miro confundida, claro podía ser a irse de vacaciones por unas semanas, no puede ser malo.- ¿Te iras de vacaciones? ¡Genial! Espero y puedas traerme algo Austin- rio levemente en son de broma, pero el nunca rió ni sonrió- ¿Austin? Me estás asustando...

-suelta un suspiro pesado para negar y pasar su cabello hacia atrás- No me iré de esa manera Jane, me voy a mudar a un lugar que está a más de cinco horas de aquí.

Mi corazón. Puedo sentir como se estrecha y como arde con solo escuchar esas palabras, no quiero llorar no frente a él.

-Padre consiguió una escuela que es buena para mi- suspira con cansancio- creeme Jane, no quisiera irme después de lo que ya habiamos planeado... yo no tenía idea de los planes de el.

Nuestros planes... como olvidar nuestros planes de venir siempre en autobús a nuestros hogares juntos y disfrutar de la cercanía del otro o los campamentos que teníamos planeados... y de un momento a otro parece neblina y todo es un sueño más que no ocurrirá.

-Si tengo que dejarte ir... tengo que aceptarlo- muerdo mi labio inferior para retener las lágrimas que amenazan con salir- por tu bien y el de tu familia tengo que dejarte ir.

-Sabes que yo siempre estaré contigo.

Sus grandes y fornidos brazos me atrapan en un cálido abrazo que hace que mi estómago ya no sienta mariposas, solo se siente como un hueco, un hueco que hace que quiera vomitar y hace que mi corazón se sienta más atrapado y decida gritar no te alejes de mi.

Esos días me la pase peor de lo que estoy ahora, mi primer amor se convirtió en una persona demasiado importante para mi, la única persona que me conoce al pie de la letra y nunca me dejó sola en mis peores momentos, pero de algo si estoy segura, Austin me hizo experimentar cosas que jamás había sentido antes, cosas que ni yo misma creí que podía sentir en un solo segundo.

La fría agua hizo que despertara a la realidad una realidad en la que puedo verme yo misma y decir esta no soy yo. No puedo dejar que esto me afecte después de todo esto pasó hace años, pero Austin sigue en contacto conmigo tal vez esa sea la razón por la cual sigue dañandome, no lo hace con intención pues el debe de pensar que yo ya no siento nada por el lo cual es todo lo contrario.

Al salir, busco lo primero que veo, una blusa de color lila suelta con ningún estampado, unos Jeans oscuros que hace que mi figura se a molde en estos y decido por unos zapatos negros que hace que mi piel se note; mi cabello fue lo último en arreglar un simple moño despeinado; uso un maquillaje que hace ocultar mis ojeras, decido por usar el enchinador de pestañas y la mascarilla de pestañas para al menos hacer que se noten.

Lista.

Bajo por las grandes escaleras y divisó a mi madre sentada en el gran sofá viendo su teléfono, levanta la mirada y sonríe.

-Ya quería ver a mi niña bajar por esas escaleras- su nostalgia se hace visible en sus ojos color avellana.

-Perdona por preocuparte, pero no quiero hablar del tema mamá- trato de mirar a otro lado y no ver esos ojos que hacen que suelte cualquier cosa.

Madre se levanta y me abraza para aspirar mi aroma y soltar una leve risa.

-Está bien hija, vamos, iremos a dar una vuelta para que te despejes de todo.

Sonrio ante lo que dice y asiento para salir por la gran puerta seguida de ella.

(...)

Mi celular vibra en medio de una reunión familiar que se interpuso en la salida con mi madre, sin dejar que nadie me mire desbloqueo el celular para mirar por debajo de la mesa la notificación, solo deseaba que no fuera de ese chico que me hacia suspirar por sus mensajes, pero no, el mensaje era de William. Disimula Jane no sonrias, pero solo sonreí en mis adentros.

William
-¿Jane? ¿Donde estas? Ya saliste de tu cueva habitación?

Rio levemente al leer el mensaje y niego.

Yo
-Si, me costó mucho pero pude salir.

Wiliam
-Vale, entonces ¿estás en casa de tus tíos no es así?

Madre dime que no le dijiste.

Yo
-Si ¿porqué?

William
-Sal

Y como buena chica que soy salgo de la casa sin ninguna excusa y diviso a un William apoyado en su camioneta con unos vaqueros y una camisa de color azul que hace que resalte su piel morocha. Rio negando al ver que ve su celular sin notar aún mi presencia.

-Naciste para ser modelo ¿lo sabías?

El levanta la mirada al instante al notar mi voz y mi gran pero insignificante presencia. Will sonríe al instante y ríe para sonreír presumido jugando con su cabello.

-¿Verdad que si?- sonríe ladino para darme un abrazo.

Todos andan muy cariñosos ¿Qué cosa les picó? Para que a mi también me pique.

-¡Sube! ¡vamos a dar una vuelta!- abre la puerta y sin importarme mirar atrás subo a su camioneta seguido de él.- ¡sujetate fuerte!

La adrenalina se apoderó del motor y de un William sonriendo de oreja a oreja. No pude dejar de sonreír, es hermoso el paisaje de una linda noche para olvidar tus sentimientos a flote.

Prometo regresar por ti©[#1] COMPLETA PRÓXIMAMENTE EN LIBRERÍAS (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora