Adicta a ti

.5.

🔯POV'S MASSIMO🔯

-Joder-gruño despertando por un fuerte sonido en mi habitación, ruedo a un lado percatándome que dicho sonido es el timbre de mi celular-¿diga?-bostezo esperando la respuesta del otro lado de la linea.

-Sobrino-me incorporo rápidamente al escuchar la voz de mi tía Regina

-¿Pasó algo?

Siento pánico por lo que vaya a decir, no quiero malas noticias..., no ahora

-Tienes que venir a Roma

¡Joder! no.

>>-Andrea murió-escucho sus sollozos

Llevo mi mano empuñada a mis dientes y muerdo fuerte, estoy hecho furia, él no merecía morir apenas estaba empezando a vivir, era un adolescente, ¡joder!

-Ahora mismo salgo para allá, nos vemos en Italia, tía..., lo siento mucho-doy por finalizada la llamada.

Después de haber tomado una ducha y vestido con ropa informal bajo las escaleras al primer piso en busca de Franco, lo encuentro bebiendo un sorbo de café mientras observa el jardín.

-Nos vamos a Italia hoy, prepara todo-su ceño se frunce.

-Pensé que no volveríamos tan pronto-deja la taza de café en una mesita que se encuentra a su lado.

-Necesito regresar. Mataron a Andrea.

-¡¡Malditos hijos de puta!!-grita llevándose las manos a su cabello-era muy joven.

-Lo sé. No se te olvide que esta es nuestra vida, Franco. En algún momento moriremos, unos más temprano que otros-le doy una palmada en el hombro y me alejo a arreglar algunos asuntos antes del viaje.

Tomo mi celular y lo llevo a mi oído.

-Marco, necesito que cuides a una persona, ahora te pasaré los datos.

Necesito que Gae se encuentre bien, a salvo así que la dejaré cuidada mientras no este en la ciudad.

-Como usted ordene, señor Greco.

-Marco

-Digame señor...

-Le llega a pasar algo y te juro que yo mismo te mato-amenazo y él sabe muy bien que hablo muy en serio.

-Cuidare de lo que usted me deje encargado, y tiene mi permiso, puede asesinarme sino cumplo.

Se que la cuidara con su vida, Marco tiene cojones ya me lo ha demostrado en varias ocasiones en la que he necesitado sus servicios.

-Mantenenme informado y cuidado con los ojos con que la mires-no escucho la respuesta de su parte y cuelgo.

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-Hijo-escucho la voz de mi madre al entrar a la casa de los Donatello.

-Mamá-beso su frente y la abrazo.

Mi madre es la mujer mas amigable y amorosa que he conocido, mi padre siempre dice que se gano la lotería con ella y no lo dudo. La historia de amor de ellos no fue para nada complicada y no es sarcasmo, es la verdad, mamá también proviene de una familia relacionada con la mafia y al enterarse que mi padre también lo era, no le importó, no podía juzgarlo, además, ya había decidido por tenerlo junto a ella, sin dramas, solo ellos dos.

Cuando era niño deseé tener una relación como la de ellos, pero crecí y cuando creces sabes de verdad como es la vida y acepte sin reproches que eso no sería para mí. Mi vida no tiene cavidad en el amor, bueno, hasta hace poco pensaba así.

-¿Como están mis tíos?

-Devastados.

Quisiera estar en estos momentos en mi cama, viendo alguna película, olvidándome del mundo o solo pensando en ella.

Ella tan hermosa, exuberante...

Salgo de mis pensamientos al sentir una mano tomar mi pierna derecha, bajo la mirada encontrando a Danne con su rostro sonriente, aislada de todo lo que esta pasando a su alrededor. Es tan tierna a sus tres añitos, es una niña muy inteligente

-Pequeña-la tomo de la cintura y la cargo en mis brazos.

-Titooo Mas...-dice formando una O con sus labios, sonrío y dejo un beso en su frente.

Dane no es en realidad mi sobrina pero aun así siempre me ah gustado que me llame de esa forma. Su verdadero tío era Andrea.

-¿Quieres venir conmigo a pasear?-ella asiente emocionada mientras camino con ella en mis brazos al jardín.

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Ya me encuentro en casa de mis padres, fue un día duro para la familia, siempre el perder a uno de los nuestros es difícil.

Me dirijo al despacho de mi padre, no se que querrá. Mi celular suena así que lo saco de mi bolsillo encontrando un mensaje de Marco. Lo abro rápido temiendo de encontrar lo peor.

Marco

Señor, la señorita Batler se encuentra perfectamente, solo a salido una vez a la calle para ir al supermercado.

Perfecto..., no te muevas de tu puesto.

Eso me deja tranquilo ¿Cómo no lo va a hacer? Ella esta a salvo y es lo único que me importa, sé que no hay nada entre los dos pero no puedo dejar de preocuparme por su vida, ella sin saberlo se volvió algo esensial para mí. Me siento tranquilo después que averigüe algunas cosas sobre Gae, solo me importo una para ser exactos el hecho de que no tiene novio o amante porque si lo tuviera estaría enojado y haría todo para que esa relación fracasase, solo la quiero para mí y haré lo que sea por conseguirlo.

¿No que la dejarías en paz?

No puedo...

-Mamá dijo que querías verme-tomo asiento frente a él.

-¿Qué plan tienes en la cabeza?-me pongo de pie y vierto ron en un baso, sin todavía contestar su pregunta-sé que no debería meterme en tus negocios pero..,¡ joder!. Eres mi hijo.

-Papá, estoy bien y ahora no tengo ningún plan en mente-mentí. No quiero que ellos se preocupen por eso.

-Mmm te creeré-responde dudoso

-He estado pensando y quiero salirme del negocio-el rostro de mi padre fue un total poema así que antes de que dijera algo termine de hablar-no sera ahorita pero si lo haré.

-Sabes lo que traerá eso consigo ¿no? ¿Estas seguro?

Con solo pensar en esa mujer hace que quiera dejarlo ahora mismo, pero antes tengo que estar seguro de todo esto.

-Sé a lo que conlleva y no, no lo estoy, ya te dije: lo estoy pensando

-Guardare el secreto-hace una señal como si se estuviera serrando una cremallera en sus labios, haciendo que sonría

-Gracias papá-le doy una abrazo hasta que segundos después nos separamos.

-Siempre te apoyaré Masso-dice de forma cariñosa, como la familia acostumbraban a decirme-hasta en desaparecer tu rastro de los ojos del mundo.