Capítulo 45

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Capitulo 45

ara el momento en que volvimos a entrar, todo el mundo ya estaba cambiado y preparado para irse a la cama. Intenté escuchar a Eleanor mientras Harry iba a buscarnos un par de toallas, pero ya debía estar dormida, porque su mente estaba en silencio. Rachel se encontraba en la mesa con Ecstasy, que estaba comiendo un plato de raviolis.

—Hola —dije para anunciarnos. Harry me tendió mi toalla y comencé a secarme los brazos.

—¿Te encuentras bien, cariño? —me preguntó Rachel.

—Sí.

—Harry. ¿Tú estás bien?

—Sí, mamá, todo bien. Lamento lo de antes. —Ella asintió y Harry cayó a la silla frente a Ecstasy—. Y bien, ¿ya pensaste a dónde quieres ir?

—le preguntó.

—Um —murmuró—. En realidad no. Ya te lo dije, no es tan importante. No conozco a nadie en ningún lugar. No tengo dinero. En verdad no me importa.

—Bueno, por la mañana nos vamos, así que, ¿por qué no vienes con nosotros al aeropuerto? Allí veremos qué hacemos.

—Como sea.

—De acuerdo, chicos, me voy a la cama. —Rachel fue a darle un abrazo a Harry desde atrás, envolviendo sus brazos alrededor de sus hombros. Luego me abrazó a mí, fue un fuerte y largo abrazo—. Todo va a estar bien, ______. Lo sabes, ¿verdad?

—Por supuesto, gracias.

Se alejó para mirarme. Me sonrió con tristeza y deseó buenas noches. Justo en ese momento, Bish y Jen entraron por la otra puerta. Vi en la mente de Jen que lo había llevado a caminar por la playa para calmarlo. Subió la mirada avergonzada, porque temía que Harry creyera que estaba del lado de Bish.

Bish y Harry se miraron el uno al otro. Ninguno de los dos parecía tan irritado como antes, pero estaban bastante lejos de ser los mejores amigos. Hice lo único que se me ocurrió para mantener la paz, apartar la atención de ellos, y enfocarla en mí.

—De acuerdo, Ecstasy, tomaré tu oferta de practicar, si aún quieres.

—Sí, por supuesto.

—Yo también —soltó Jen.

Bish la miró y colocó una mano frente a ella para detenerla, pero sin tocarla.

—Guau, esperen. ¿Practicar qué?

—Mi habilidad.

—No vas a practicar nada en Jenna.

¿Jenna? Ni siquiera sabía que su verdadero nombre era Jenna. Me mordí el labio para evitar sonreír. Bish estaba perdido. Miré a Harry, que se había vuelto completamente rojo. Oh Dios, no creía que lograríamos detenerlos esta vez. Sólo era cuestión de tiempo.

Harry me lanzó una mirada que decía que no estaba muy contento con lo que pensaba. Simplemente me encogí de hombros hacia él.

No quieren que les digamos cómo deben vivir su vida, Harry, así como nosotros tampoco. Sacudí la cabeza y tomé su mano. ¿Tan hipócritas hemos estado siendo?

Suspiró y asintió, atrayéndome hacia él. Besó mi frente.

Mi familia estará muy enojada.

Sus palabras eran severas, pero luego se rió. Subí la mirada hacia él y sonreí. Cuando volví a mirar a Bish, noté que nos observaba.

—Entonces, todas esas veces en que actuaban extraños, ¿era que hablaban el uno con el otro con sus mentes? —preguntó Bish con una expresión fascinada en su rostro.

—Sí —dije con un guiño.

—De acuerdo —soltó Ecstasy, levantándose de la mesa—. Esto es increíblemente incómodo. ¿Podríamos continuar con la práctica donde soy el objetivo, por favor?

—Vamos al garaje para no despertar a nadie —sugirió Harry y me arrastró con él sin esperar a que más nadie dijera nada.

Los escuché seguirnos. Bella también nos siguió y antes de cerrar la puerta, escuché a Jen decirle que se quedara.

Tuvimos que caminar juntos hacia el refrigerador industrial donde Harry me había sentado cuando Bish nos encontró con mi blusa abierta. Mordí mi labio y mis mejillas se sonrojaron con el recuerdo. Subí la mirada para ver a Harry sonriéndome con una muy marcada satisfacción de macho.

Tocó mi mejilla, trazando el patrón rojizo.

Creo que ha pasado mucho desde que te hice sonrojar. Sentí como el sonrojo se hacía más fuerte y recorría mi cuello. Detente.

Se rió mientras caminábamos hasta el centro.

Bish no estaba tan emocionado con el recuerdo como nosotros. Le lanzó una mala mirada al refrigerador, y después a Harry.

—Esa noche también estábamos practicando —le dije a Bish. Tuvo la decencia de lucir un poco avergonzado.

—Sí Jenna me contó lo que sucede después de que te imprimas. Todavía no lo comprendo, pero, sé que las cosas son muy diferentes. Y lo lamento. Sobreactué. Siempre exagero, pero ______, no entiendes cómo son las cosas para mí. Mis padres cuando era niño

—De hecho, si lo entiendo.

—¿Qué?

—Una de mis habilidades es ver el pasado, ¿recuerdas? En el tuyo, vi mucho más de lo que quería ver —le dije en voz baja.

Palideció y metió las manos en los bolsillos de sus vaqueros. Se meció sobre sus talones y su pena me atravesó como una daga llena de fuego. Era como si pudiese sentir su calor. No entendía por qué se sentía tan responsable por todo lo que sucedió.

—No fue tu culpa. Yo lo vi todo.

—En estos momentos no voy a discutir el tema. Ahora —Volvió a lo que hacíamos y cruzó los brazos sobre su pecho—. Exactamente, ¿qué crees que le harás a Jenna?

Vi como Jenna sonreía ante su actitud protectora. La miré y ella me devolvió la mirada. Su sonrisa se desvaneció y en sus ojos pude leer una súplica.

—Por favor, no leas mi mente ahora, ______ —murmuró. Asentí.

—Estoy intentando no hacerlo —le dije con gentileza—. Hagámoslo, supongo.

—¡Hola, Mags! —dijo Bish, exasperado.

—No sé qué voy a hacer, Bish. Intentaré concentrarme y ver qué saco de ellos. Esta noche tuvimos un inconveniente en el club.

—¿Inconveniente?

—Sí —exclamó Ecstasy con demasiada felicidad—, me vio morir.

Sonrió con crueldad, pero vi lo que en verdad se encontraba en su mente. Tenía miedo.

Decisiones (Harry Styles y Tu)Where stories live. Discover now