Capítulo 23: "¿Lo quiero?"

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RYAN POV

Suspiré resignado y me alejé lentamente de Adeline.

-¿Qué pasa? -pregunté alzando la voz. ¿Siempre tenía que llegar alguien para interrumpir?

-Soy Paige, ¿Puedo pasar? -dijo con voz seductora. Tragué saliva audiblemente y apoyé mi frente en la de Adeline, ignorando a la otra.

-¿En qué estábamos? -le susurré a Adeline. Ésta miraba un punto fijo sobre mi hombro. -Adeline, no me interesa que haya una puta esperando por mí detrás de esa puerta, ahora... quiero estar contigo -le digo acercándome a sus labios.

-Ryan, vamos, estoy dispuesta a cualquier cosa hoy, lo juro... seré completamente tuya, como no lo fui con ninguno -siguió diciendo la rompe pelotas del otro lado. Cuando volví a mirar a Adeline, vislumbré un brillo de... ¿Celos? En sus ojos.

Vamos, no podía estar celosa de la puta mucama, ¡Le estaba diciendo que no me interesaba y que quería estar con ella! Si yo fuera ella, me tiraría encima mío en menos de un nanosegundo.

-Ryan... estoy muy cansada, me iré a dormir, mientras tú puedes atender a la mucama... -espetó para luego empujarme suavemente por el pecho y largarse.

¿Atender a la mucama? Qué irónico.

Me di la vuelta para no dejar que Adeline se vaya, pero ya se había ido y en el umbral de la puerta estaba Paige mordiéndose el labio inferior.

-Ahora veo por qué no respondías... ¿Ya estás desocupado? -me preguntó mientras se acercaba seductoramente hacia mí.

-Me encantaría quedarme aquí contigo, pero lamentablemente debo llevar a pasear a mi pez rosado -le dije haciéndome el afligido. Paige frunció el ceño, confundida, y tuve que hacer fuerza para no rodar los ojos.

-¿Tienes un pez rosado? -preguntó achinando los ojos.

-Seh -respondí descuidadamente mientras comenzaba a salir por la puerta.

-¿Y cómo llevas a pasear un pez? -me preguntó mientras me seguía. Como su cara daba a mi espalda, rodé los ojos y suspiré.

-Con una correa, también rosa -le respondí mientras sacaba mi celular y jugaba al "Piano Tiles" mientras caminaba y tenía una inútil hablándome atrás. Ryan, todo un multiuso.

-Woah. ¿Y cuándo no pasearás al pez? -preguntó justo cuando se terminó el pasillo, que había parecido eterno, y llegué a mi habitación designada. Me di la vuelta, guardé mi celular en el bolsillo trasero del jean y apoyé mis dos manos suavemente en los hombros de Paige, para luego comenzarlas a bajar hasta llegar a sus...

Nah, mentira, solo las dejé ahí y la miré fingiendo simpatía.

-Lo llevaré a pasear todas las veces que me preguntes de pasar tiempo contigo. Ahora, si no te importa, me iré a dormir, y si no, también -le guiñé un ojo, entré a mi cuarto y cerré la puerta rápidamente detrás de mí.

Tal vez piensen que fui un poco rudo, pero conozco a Paige hace bastante, y no es una persona que me gustaría tener cerca... además, miró a Adeline de una manera despectiva, ¿Quién mierda se creía que era? Ah, claro, la preferida de Ricky... Paige siempre había estado atrás mío.

La habitación era bastante amplia, tenía dos camas de una plaza y media, separadas por una mesita de luz, luego había una ventana bastante amplia que daba al jardín de la mansión, y por último un armario bastante amplio, donde había ropa que Ricky compraba para sus huéspedes y luego donaba.

Chase estaba durmiendo como un tronco en la cama derecha, prácticamente las sábanas y acolchados estaban todos tirados en el piso, y él estaba en bóxers todo desparramado. Me acerqué sigilosamente, y obviamente, ¿Qué haría cualquier persona amable y bondadosa? Taparía al pobre niño huérfano sin sábanas.

Guerra de gemelosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora