Farewell City [Farewell City #1]

Comienzo.

—¡Alto ahí!

Sus pasos se hacen cada vez más rápidos y sonoros mientras avanza en la oscuridad. El miedo le da la bienvenida a uno de sus últimos momentos de vida, uno que había esperado por mucho tiempo. Había sido entrenada para evitar ese momento, sabe lo que tenía que hacer para sobrevivir. Por años su mentor le había enseñado a mantenerse viva y, sobre todo, a escapar de personas que iban a querer asesinarla sin dudarlo. Había aprendido a sobrevivir, pero esa es la primera vez que tiene que ponerlo en práctica. Los arduos años de enseñanza, dolor y sangre se marchan de ella como un recuerdo casi olvidado de la niñez. Pronto se vio incapaz de ser una persona con las capacidades suficientes como para vivir un día más en ese lugar.

Escucha pasos cada vez más fuertes y cerca de ella. Pasos que buscan matarla y finalmente terminar con todo eso. Seguramente aquellos hombres que han asesinado a su mentor minutos atrás tienen más experiencia que ella. Lo ha visto cuando, en pleno momento de huida, él cayó al suelo por un disparo letal. Lo vio morir frente a sus ojos, pero fue incapaz de quedarse a su lado para comprobar si lo había perdido. Siempre le había prometido que iba a seguir adelante, incluso si él caía en batalla.

Había sido entrenada para eso, pero una cosa muy diferente es ponerla en práctica. Con diecinueve años, su mentor le había enseñado a pelear y sin embargo, asustada por todo lo sucedido, ha decidido escapar ante el peligro. Sabe que es lo más valiente que puede hacer teniendo en cuenta cómo había muerto su mentor solamente por un disparo.

Los Guardianes no van a dudar como ella, van a actuar como asesinos. Asesinos sin sentimientos, no les importaba quitarle la vida. Pueden asesinar niños de cuatro años y tampoco sentir la culpa que se sentía ante algo tan terrible como un asesinato. Lo sabe, por lo tanto, no se rendiría y tampoco trataría de enfrentarlos. Su tutor estaría avergonzado, pero sabe que a veces la mejor batalla es la que se evita.

La oscuridad la envuelve entonces, incapaz de ver hacia dónde se dirige sus pasos se detienen en seco. Descalzos sobre el suelo helado de los pasillos del laboratorio que antes era su hogar. Ahora es el lugar del que debe escapar. Desconoce la salida, gran error de su tutor, y por segundos se queda en silencio tratando de recordar hacia donde ir, hacia donde debe correr. ¿Existe realmente un pasillo sin salida o está perdida? Golpea con sus manos la pared a su lado, esa que aparece frente a ella de la nada y le indica que está en lo cierto: no hay salida.

No todo está perdido, frente a sus ojos, la pared se mueve y aparece un nuevo pasillo que desconocía, aunque sospecha que debe ser la salida. Finalmente. Sus ojos brillan de victoria y comienza a correr por aquel lugar secreto que su tutor seguramente ha creado. La alarma empieza a sonar y un chasquido escapa de sus labios desaprobando aquello porque sabe que significa. Alguien ha forzado la entrada, alguien ha entrado. Seguramente han entrado a escondidas por algún lugar que ella desconoce y ahora pelean por romper la puerta principal.