Predilecta:. La Nueva Portadora [La Saga Facinum] Libro 1

Capítulo XXV

Alianza diabolica

Londres, Inglaterra

Las noches en Londres podían ser muy agitadas dependiendo dónde se estuviera. En el Club Aquarium el cual se encuentra en la doscientos cincuenta y seis de Old Street no se puede decir que es un lugar tranquilo. Las paredes son oscuras y las luces de los reflectores moviéndose de un lado a otro proyectan sombras en ellas. El alto sonido de la música es ensordecedor, en conjunto con los miles de cuerpos danzando al vaivén de esta. Las camareras de atuendos sensuales y llamativos circulan por todo el bar con enormes charolas con tragos y comida, un hombre de traje elegante está en la barra, su cabello castaño está perfectamente peinado y sus ojos oscuros miran con atención el ajetreado movimiento en el club. Parece todo en cámara lenta por sus ojos, desde el caminar de la camarera que se aleja con tragos de la barra, el movimiento de manos del Dj y los movimientos sensuales de los cuerpos danzantes en la pista de baile. Su mirada se encuentra con una mujer, su cabello negro como la noche cae en rizos descuidados y desordenados por su espalda, su vestido rojo, largo con escote prominente en sus pechos abraza cada curvilínea parte de su cuerpo, como una segunda piel y contrasta con su tez pálida, sus penetrantes ojos rasgados color amarillo se conectan con los ojos oscuros del hombre que la mira. Como si de cámara lenta se tratara, la mujer camina hacia él con una diabólica sonrisa en sus labios. Al estar lo suficientemente cerca él se levanta para recibir a la mujer.

—Cada milenio te concede más belleza mi querida Emma—dice él con una sonrisa.

—Dudo que me hayas buscado para alargar mi belleza Kepher.

—En eso tienes razón, acompáñame por favor. —pide extendiendo su mano a la mujer coreana. En aquel club hay un lugar exclusivo, un área VIP, el bullicio de la discoteca parece un eco desaparecido. Las luces rojas y azules se mueven y cambian iluminando la estancia de sillones rojos, las paredes negras le dan a aquel lugar un toque íntimo. Dos hombres robustos vestidos de negro se colocan en la entrada al momento que la pareja entra a la estancia. La mujer se sienta en el sillón y cruza sus piernas.

—Muy bien. ¿Qué es lo que quieres? —habla ella directo al punto.

—Quiero ayudarte Emma. —dice él sonriendo. Ella ríe.

—Eso sí que es gracioso. —dice divertida.

—Ríe todo lo que quieras, pero yo tengo información valiosa que tu anhelas. —resalta.

—¿Qué puedes saber tú que yo no? —cuestiona divertida.

—La ubicación de tu querida joya. —canturrea.

—¿Cómo podrías tu saber de su paradero? —pregunta expectante, con una mirada tensa.

—Eso no es lo importante, lo importante es que lo sé. —expresa con diversión.

—Y por supuesto que quieres algo a cambio. —afirma.

—Una alianza entre tus elfos y los míos. —dice.