Capítulo 2

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Capítulo 2:

Los hermanos Park y él niño noble.

[6 años después]


La paz irradiaba en aquella colorida aldea.  Los niños jugaban, las mujeres paseaban viendo joyería, telas y demás cosas que ofrecían alegres los mercaderes.

Todo resultaba estar en perfecta armonía, o al amenos eso parecía, puesto que, en un pequeño sector de lo que seria la gran plaza del pueblo, un grupo de personas  observaban  curiosos como una pareja de niños le gritaban a un niño mayor que ellos.

—  ¿Sabes que esta ocurriendo? —cuestionó una hermosa pelinegra, mirando aquel espectáculo.

— Los hermanos Park. — eso fue todo lo que se necesitó para que aquella pelinegra comprendiera la situación.

Eran los hermanos Park, otra vez.

¿Por qué hacían tanto revuelo por unos simples niños? La razón era simple.

Los hermanos Park, eran una pareja de hermanos, la pequeña Park Jihye de seis años y él pequeño Park Jimin de ocho años, ambos eran parecidos en cuanto alguna característica física como sus mejillas regordetas y ojos negros, sin embargo, eran diferentes en muchas otras cosas, como su color de cabello. Puesto que, mientras uno era dueño de unos preciosos cabellos rubios, la otra era dueña de unos desordenados cabellos tan negros como la misma noche.

Los niños, eran pequeños demonios con apariencia de ángel, a simple vista eran como cualquier niño. Eran adorables, amables, inocentes, ingenuos, divertidos y muy, muy curiosos. O así era hasta que molestabas a alguno de ellos, pasaban de ser unos tiernos angelitos  a unos completos demonios.

A pesar de ser solo unos niños, ya la mayor parte de la aldea les temía —a excepción de los adultos, por supuesto— molestarlos era casi tan malo como molestar a los animales más feroces mientras comen.

La forma en la que los pequeños se defendían era tan fuerte y hasta cruel, que ya muchos aldeanos se habían ido a quejar con los abuelos de ambos niños. No entendían como es que esos pequeños angelitos, podían ser tan malos cuando se enfadaban, sobre todo Jimin. Él era feroz.

— ¡Voy a pegarte, grandísimo gaznapiro! —  él pequeño Jimin le gritó con rabia a aquel pálido chico unos tres años mayor que él, utilizando aquella palabra que había aprendido del diccionario.

Sus regordetas mejillas sonrojadas y el pequeño puchero que se formo en sus labios  a causa del enfado lo hacían ver más adorable, a pesar de que esa no era su intención. Él niño pálido como la nieve y algo escuálido, arqueó una ceja divertido. 

—  ¿Tu... vas a pegarme, mocoso? —  preguntó ladeando la cabeza confundído.— ¿Un enano como tu va a hacerlo?

—  ¡Si! ¡Voy a pegarte! — bramó.—  ¡No importa que seas más grande, yo voy  a pegarte! — se agachó tomando una palo, era pequeño, debía defenderse de alguna manera y no podía hacerlo así simplemente porque él mayor probablemente lo haría papilla. Eso Jimin lo tenía claro.

—  ¿Por qué harías eso? — preguntó riendo confundido él niño pálido. Aquella situación le estaba divirtiendo mucho.

— ¡Hiciste llorar a mi hermanito! ¡Eres malo! ¡Voy a pegarte!

Sí, no se equivocaron, dijo hermanito. Pues a pesar de que ser niña, Park JiHye debía vestir como un niño, actuar como un niño, debía ser un varón al igual que su hermano, ellos no sabían el porqué de aquello, solo sabían que sus abuelos y su madre —cuando ella aún vivía con ellos—,  les habían dicho y ordenado que debía ser de esa forma, Jihye debía fingir ser un varón, a pesar de que ninguno estaba de acuerdo con eso.

Iƞϲυβɸ |kth|© (#1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora