-Esos nombres me gustan, Diana y Dafne Hiddleston, me gusta como suena, ya solo necesito poder conocerlas, creo que las comeré a besos y no quedré soltarlas en días, no me importa no dormir por tenerlas en mis brazos es que serán tan pequeñas y frágiles - le di un beso en la mejilla - Y claro, deberemos cuidar de ti por que ya hiciste el trabajo difícil y debo cerciorarme de que nada sucede, los puntos pueden salirse y vas a descansar, la comida la haré yo y la llevaré hasta tu cama, prometo cuidar de ti, y después del parto vas a estar adolorida y no puedo dejarte sola amor, ni a nuestras hijas - nos dimos un largo y dulce beso en los labios - Y definitivamente voy a extrañar el sexo - suspiró con pesar - Estoy consciente de que no podremos hacerlo más, y luego las niñas llorarán y terminaremos exhaustos -

-Si, cuesta admitirlo al principio, por que se que diremos algo como que, encontraremos el momento cuando se duerman o tomen la siesta pero nos estamos engañando, pasarán quizá dos meses, no aun más, por que irás a grabar cuando las niñas tengan casi un mes, y volverás dos semanas después - ambos sabíamos que poder hacer el amor sería algo más de suerte, y eso que las niñas aún no nacían - Creo que te mal acostumbre, por que aveces lo hacíamos a diario o tres veces por semana y ahora no podemos hacer nada de nada, es complicado Tom, para ambos, e tenidos orgasmos mientras daba consultas-

-¿Es normal? Digo e escuchado que es normal que eso les suceda pero jamás pensé que te hubiese sucedido, aunque eso explica por qué cuando hacíamos el amor me sentía mal por que creía que debía ir más rápido para llegar junto contigo, hasta que me di cuenta de que en realidad tu tenias más orgasmos que yo, más de los normales que solíamos tener juntos, eso extrañaré, verte disfrutar por que me ayudabas a llegar más veces - recibí un mensaje de Sahara, una foto de los arreglos para el salón el cual debía buscar también -

-Mira esto - le mostré la imagen, vaya que nos estábamos luciendo con la bienvenida de las niñas - Ella piensa que los unicornios serán un lindo arreglo, o bueno eso también dijo Scralett yo me rendí, decían que todo lo que decía era muy poco -

-Mis hermanas seran tías por su hermano, los tres somos bastante grandes así que supone un verdadero triunfo, ya no pensaba en hacerle esa broma a mis hermanas y mi madre, por que lejos de enojarse se pondrían felices, y vaya que lo están, mis padres serán abuelos, y todas esas cosas maravillosas que hacían con nosotros podrán hacerlas con ellos, imagino a mi padre dándoles dulces a escondidas, y mi madre dándoles dinero para comprar dulces, Emma y Sarah van a llevarlas al cine o les regalarán muñecas, es un sueño hecho realidad - como deseaba que todo eso sucedieron a pronto - David se perdió de tan maravillosa oportunidad con sus actos -

-El no me importa - respondí seria - Aparte de nosotros que ya las amamos, tus hermanos, sus abuelos, bueno, ellos son lo justo y necesario, no falta amor para ellas todo lo contrario, y creo que no necesitan malas personas en su vida, nadie si me lo preguntas, y ellas, que serán pequeñas, bueno no sabrán que está bien y esta mal, así que no tenemos de que preocuparnos - miré de nuevo el menú - Y en sólo unos meses estarán aquí, será divertido, solo que bueno, aún no lo sabemos - hubo un breve silencio -

-Si cuando te conocí, en aquel café, alguien me hubiera dicho que me enamoraría de ti, que te vería de nuevo al otro lado del mundo, y que pasaríamos por tanto, que al final tendríamos gemelas bueno, en el momento habría sonado absurdo, habría huido de algo como eso, no siempre se puede estar seguro de quererlo todo cuando no conoces nada, hasta que lo vez por completo, y no es como leer la portada de un libro claro que no, eso lo hace cualquiera, hasta los que no leen, me refiero a, conocerte a profundidad, con miedo y preguntas como quien baja al agua sin saber que va a encontrase, es ya no tener miedo de levantarse por las mañana hecho un asco, desnudo, vacío, llorando, con espectativas altas de un día que aún no empieza, y querer seguir ahí, de ya no tener miedo, ni pena, solo sed, de más, de todo, nada es para siempre y eso le consta hasta el sabio más grande, pero cuando estoy contigo los para siempre no son una tontería, son cosas posibles y reales - esa sonrisa, fue de la sonrisa de la que me enamoré, y ese instante fue como cuando nos conocimos, como cuando nos miramos por primera vez adivinando nuestro nombre -

Cuando Nos Descubra La Casualidad Where stories live. Discover now