XIX

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[Maratón 3-3]

Narra Duki;

Estaba sentado en uno de los sillones del boliche, con un vaso de vodka con jugo en la mano y el celular en la otra, ya me estaba aburriendo esto así que me puse a ver historias de Instragram, hasta que una me llamó la atención.

Instagram;

Crocraxker

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Bloquee el celular y me pare inmediatamente, tenia que encontrarlos, no podía dejar que Azul este con Tomas, son mis amigos y los amo, justamente no quiero que salgan lastimados, o eso pensaba.

Al cruzar la puerta del boliche, me los encuentro a ellos dos, Azul estaba encima de Tomas besándolo, sentí furia y celos en mi interior, pero esto no era por mi, era por ella.

—Azul, podes venir un segundo?— Los dos me miraron, ella se bajo de las piernas de Tomas y se dirigió hacia mi.

—Que pasa bombón?— Dijo sonriendo y poniendo sus brazos en mi cuello, estaba muy en pedo, así que voy a seguirle la corriente.

—Tenemos que irnos ya preciosa—.

—Ya? ay bueno, espera que saludo a Tomi— Dijo y fue corriendo a besar a Tomas, ok esto ya es demasiado. —Listo vamos mi amor—.

Ya habíamos llegado a la casa y la metí en la ducha, con ropa y todo.

—Ay Maurito ayúdame— Gritó desde la ducha.

Fui corriendo a ver que le pasaba y se había enredado con su propia campera, la ayude a sacársela, espere que se terminara de bañar, la seque y la acosté.

—Mauri— Habló.

—Que pasa Azu—.

—Podes venir a dormir conmigo? tengo frío—.

Me levanté de mi cama y me acosté a su lado.

—Abrázame— Dijo dándome la espalda, la abracé y trate de dormirme.

—Te amo Mauro— Dijo dándose vuelta, quedando cara a cara.

—Yo también te amo Azul, mucho—.

—Vos crees que, podrías darme otra oportunidad?—.

—Mañana, cuando estes sobria lo hablamos—.

—Esta bien, pero primero— Interrumpió sus propias palabras besándome, era un beso desesperado, con deseo, intensificó el beso agarrándome del cuello con una mano y la otra la bajo hasta mi entrepierna.

—Az..Azul— Dije con la respiración entrecortada. —No, estas en pedo, no—.

—Mauro, déjate llevar, yo quiero esto pero sobria no me animo a hacerlo, por favor—.

No bastó mas palabras para que la besara, un beso dulce y tierno que fue tornándose intenso. La agarré de la cintura y delicadamente la puse encima mío sin dejar de besarla, saque su remera y la tiré por quien sabe que parte de la habitación, ella hizo lo mismo conmigo e iba repartiendo besos por todo mi cuello hasta que bajo a mi entrepierna. Desabrochó los botones de mi jean, uno por uno hasta dejar al descubierto la delgada tela de mi bóxer, masajeó un rato mi miembro por encima de este, haciendo que yo me estremezca, bajó mi bóxer y me empezó a masturbar al mismo tiempo que chupaba y lamia la punta, y luego mas, y más. Yo gemía de placer, hasta que la di vuelta de un solo movimiento, quedando ella debajo mío, bajé hasta su entrepierna repartiendo besos por toda su pelvis, a su vez introduje un dedo en su vagina mientras chupaba y masajeaba su clítoris, ella gritaba de placer que sentía que despertaría a todos los vecinos en este momento. Volví a subir hasta su cara besándola intensamente, bajé hasta sus pechos, mientras lamía, succionaba y mordisqueaba uno, masajeaba el otro, y así con ambos. Sin mas vueltas, me introduje dentro de ella, primero lento y suave, después fuí acelerando el ritmo hasta que ambos llegamos al orgasmo.

—Te amo—Solté.

—Yo te amo mucho mas— Dijo sonriéndome.

Luego de eso ambos nos abrazamos hasta quedarnos profundamente dormidos.

Narra Azul;

Me desperté con un terrible dolor de cabeza, me levante y no había nadie en la habitación, por lo que me dirigí  hacia la cocina y me encontré con algo inexplicable, era Mauro cocinando o eso trataba, sonreí por recordar lo que había pasado anoche, de verdad no me arrepentía.

—Buen día— Dije abrazándolo por la cintura.

—Buen día corazón— Dijo mirándome y sonriéndome.

—Que estás haciendo?— Dije y se me escapó una carcajada.

—No se, pero no esta funcionando— Dijo riéndose también. —Mejor compro churros, una cindor y vamos a desayunar a la playa, dale?—.

—Ay si dale— Dije con cierto gramo de emoción.

Agarramos una manta, dos vasos y nos fuimos. Luego de comprar todo nos sentamos en la arena mientras comíamos.

—Quisiera estar siempre así— Dije mirandolo.

—Así como?— Contestó.

—Con vos tarado— Contesté riendo ya que tenia toda la cara llena de dulce de leche. —A ver, veni que te limpio— Dije quitándole el dulce de leche de la cara, a lo que él me roba un beso. —MAURO!— Exclamé.

—Que? es un beso nada mas, aparte te puedo dar todos los que quiera—.

—Ah si? Quién te dijo eso?—.

—Qué? Me vas a negar un beso?-.

—No, pero...— Fui interrumpida.

—Pero nada, cállate y chapemos— Dijo y me beso. —Te amo, mi lokita del septum—.

Ey hace mucho no me decís asi— Conteste riendo. —Yo te amo mas mi duko loko—. Él sonrió ante el apodo que le dije, también hace mucho que no lo llamaba así.

—Vamos yendo? los chicos se van a preocupar— Dijo.

—Dale vamos— Dije parándome de mi lugar, juntamos las cosas y nos fuimos, aunque al empezar a caminar Mauro me agarró de la mano y una corriente eléctrica pasó por todo mi cuerpo, y lo único que hice es sonreír. —Te amo—.

—Yo te amo muchísimo mas Azulcita—.

Toxic- Duki Where stories live. Discover now