Mi Gran Amor Por Ti

Capitulo 5

—Kyaaa!! —grito una peliplata.

—Elizabeth!! —Meliodas fue corriendo donde ella, se desespero al escuchar su grito—. Eli que paso? —se acerco a ella y toco sus hombros.

—El bolso se movió.. —dijo aterrada.

¿Que es lo que tenía el bolso?

—Eli.. No es nada de que preocuparse.. Tal vez es el viento —dijo y se encargó de hombros—. Seguro es.. —se acerco al bolso y lo abrió.

Su sonrisa se volvió sombría.

—Meliodas... ¿Que paso? —pregunto Elizabeth acercándose a el.

Se escuchó un eco y una pequeña cosa salió disparada hacia los brazos de baltra.

—Parece que lo encontraron! —sonrio.

—Papa... ¿Que es eso? —pregunto Verónica acercándose a el.

—Esto.. Bueno... Lo encontré de regreso a casa y.. Bueno es una larga historia —puso la mano en su barbilla.

—Es igual a ti Meliodas, tiene una de tus transformaciones..  —elizabeth camino hacia su padre un poco curiosa, ya que nunca había visto tener esa forma aporte de meliodas—.   Es un gatito..

Salto a los brazos de ella.

—Como se llama —el pequeño minino se encontraba en sus brazos mientras que ella lo acariciaba.

—Ummm... Aun no le e colocado nombre —susurro baltra.

—Entonces aun no tiene nombre —dijo Meliodas que se encontraba atrás de ellos con las manos cruzadas—. Bien como no sabemos digamos cualquier cosa que se encuentre acá, Baltra tu empiezas..

—Esta bien... Entonces digo Tulipanes... —rio.

—Baltra! Esto es serio —dijo Meliodas—. Bueno no tanto..

—Y que tal esta rosa? —Baltra señalo una flor que tenía entre sus manos—. Le daría muy bonito —volvio a reír.

—Bien!  Ese nombre queda... Estarossa, ese será tu nombre —dijo Meliodas.

—Estarossa? —pregunto Elizabeth ladeando la cabeza con una mueca—. Suena muy bonito.

Aquel minino se aferró más a Elizabeth, se acurruco más en ella con una expresión sería.

—Por que no se lo llevan al castillo? —dijo baltra. Sus palabras dejaron atónito a Meliodas y Elizabeth—. Deben estar muy solos allá.. El les hará compañía.

—Compañia —Meliodas miro a baltra a lo que el solo se encorbo de hombros—. Bien! —dijo.

—Meliodas —elizabeth se acerco a el y susurro en su oido—. No te molesta verdad.

—No Eli.. Tranquila solo será por un tiempo... No?

—Claro... —asintio la peliplata.