Capitulo 3

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Narra Juan

Desperté por culpa del sol que me daba en la cara; me di la vuelta y abrí los ojos, me senté en la cama, y me quedé mirando por la ventana; era un día hermoso, totalmente distinto al de ayer, el cielo estaba totalmente despejado y hacía calor.

-El tiempo es bastante bipolar- pensé con mi vista fija en la ventana.

Luego de unos minutos de estar embobado con la ventana me levanté, tomé algo de ropa y fui al baño. Me bañé más rápido de lo usual pero qué más da, quería aprovechar el día; salí de la ducha, me cambié, me peiné y salí.

Estaba bajando por las escaleras cuando escuché un ruido proveniente de la cocina, corrí hacia la cocina lo más rápido que pude, al llegar me encontré con mi hermano tirado en el piso.

-¿Qué te pasó Felipe?-pregunté acercándome a él para ayudarlo a levantarse.

-Resbalé al entrar-dijo mientras se levantaba.

-Creí que te quedarías con papá- dije recordando la carta que me había dejado mamá.

-Sí, me iba a quedar con papá pero me decidí volver porque es muy aburrido quedarme con él-dijo limpiándose el polvo- además… no quería que te quedaras con la casa para ti solo-sonrió.

-Y bien, ya que estamos los dos acá ¿Qué hacemos?-pregunté mirándolo, él solo hizo una sonrisa, de esas que te salen cuando estas planeando una broma jodidamente buena.

-Pensé en invitar un amigo mio y tal vez a Martín- ¿ah? ¿Martín? ¿Por qué él? ¿No podía ser otra persona, verdad? Aunque… pensándolo bien, sería la oportunidad perfecta para saber qué es lo que le pasó y disculparme por haberle dicho esas cosas. Vi a mi hermano dirigirse a su cuarto, seguramente iba a hablar por teléfono así que yo me fui a la sala, me senté en el sofá y prendí el televisor.

-Ya está-dijo Felipe acercándose a mí- acabo de hablar con Darío, va a venir a las cuatro; llamé a Martín pero no respondió, lo voy a volver a llamar más tarde-volvió a hablar sentándose a mi lado. Miré el reloj que estaba en la pared.

-Son las diez de la mañana, Martín debe estar durmiendo todavía- dije fijando mi vista en el televisor.

-Sí… seguramente-dijo Felipe levantándose, seguramente volvería a su cuarto. Nuevamente estaba solo con el televisor.

“-¿Me pasas la tarea?-

-¡No!-

- Pero… ¿¡que es lo que te pasa ahora?!-

-Es que siempre me estas pidiendo cosas, y ya es un poco molesto-”

Nuevamente ese recuerdo estaba en mi cabeza produciéndome dolor de cabeza, froté mi sien tratando de calmar el dolor de cabeza que me había dado.

-Es demasiado- suspiré-hoy se termina toda esta mierda- volví a suspirar; todo este asunto me tiene mentalmente agotado; no lo aguanto más.

-Juan vamos a comer, ya son las 12:30- me dijo mi hermano mirándome desde el pasillo, rápidamente miré el reloj de pared, efectivamente eran las doce del mediodía, me levanté y me acerqué a mi hermano.

-¿Pedimos pizza?-le pregunté mirándolo, él solo asintió y fue a buscar el teléfono, por mi parte sui a sentarme en una de las sillas del comedor, poco después mi hermano se sentó a mi lado. Comenzamos a hablar cosas sin importancia, de vez en cuando decíamos una que otra estupidez, hasta que el timbre de la puerta nos distrajo.

-Al fin vamos a comer-dijo mi hermano extremadamente entusiasmado, se levantó y salió corriendo hacia la puerta, esta acción me hizo reír, la gente siempre dice que él es mucho más maduro que yo, pero eso es solo cuando estamos fuera en el colegio y en casa él es más infantil e inmaduro que yo.

Más allá de la amistad [1era Temporada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora