Memoria Corrompida [Soukoku] | BSD |

Intercambio

El hombre frente al mafioso, que se suponía que era el dueño del local, eran más bajo que Dazai, mucho más ancho y canoso con poco pelo. No pudo evitar soltar un pequeño chillido al encontrarse con un arma en la frente.

-Eres el dueño de esta pocilga ¿Verdad? Claro que lo eres. Dudo que contrataras a alguien más para involucrarlo en tus contrabandos.

-Le juro que no se...

-Toodos juran lo mismo.-Dijo Dazai mientras movía en círculos el arma sin dejar de apuntarle.-¿Porque no lo hacemos más fácil y admites todo? Es muy tarde y tengo sueño.

-y....yo...

-¿Sabes quién soy?-Dijo el castaño viendo directamente a los ojos al hombre canoso que sudaba frío.-Tú mirada me dice que ya te imaginabas que esto pasaría.

-A...así que, la... la mafia vino pa...pa...para...

-pa...pa...para....-Dazai lo imito agudizando su voz en tono de burla.-Debiste pensarlo dos veces antes de canjear armas de la Mafia Portuaria.

-Mi trabajo es...

-No te preocupes, ya tenemos a la persona a la que le hiciste el canje...se ofreció muy amablemente en ayudar a mis subornidados con los métodos de tortura, pero, tal vez necesiten otro ayudante más...

-Si... si quiere las armas...

-Al diablo las armas.-Dijo Dazai.-Quiero información. ¿Qué dice? ¿Hacemos un intercambio? Te dejó vivir si comienzas a hablar.

El hombre trago saliva y suspiro con dificultad.

-¿Que quiere saber?

Dazai sonrió.

-Tengo entendido que esto del canje no es sólo un simple trabajo.

-Dice que....

-A cambio de las armas le entregó simplemente unas drogas extrañas, pero....no solamente intercambia objetos por objetos. ¿Verdad?

-No entiendo que esta tratando de...

-No tienes porque ocultarlo, usted es un usuario de habilidad ¿verdad?

El hombre levantó las cejas en señal de sorpresa.

-Parece que lo descubrí, miré, se que su habilidad le permite intercambiar lo que sea por otra cosa de igual valor o similar.-Dazai hizo un énfasis en la frase "lo que sea".

-Así es.- Dijo el hombre ya cansado de su nerviosismo y suspiro.-Puedo intercambiar lo que sea.

-Me interesa saber hasta que punto es capaz de intercambiar.

-¿Hasta que punto? Es ilimitada mi habilidad.-Dijo ahora un poco orgulloso de ello.-La diferencia es que hay cosas que no puedo intercambiar porque podrían jugarme en contra, o a mi cliente.

-Me agrada que sepa medirse con eso.

-Es mi negocio. -Dijo el hombre ya más calmado, pero no dejaba de temblar cuando pasaba su vista del mafioso al arma.

-¿Como hizo para cambiar las armas por las drogas?

-Las drogas no las tenía yo, eran de otra persona que las entregó a cambio de las armas, yo sólo logre el canje.

-¿Cómo?

-Nada pasó por aqui.-Dijo refiriéndose al local.-Digamos que hago que los objetos se intercambien de lugar.

-Asique hizo que de donde estaba la droga desapareciera y aparecieran las armas.

-Algo así. No es tan sencillo, necesito mucha informacion de sus localizaciones y demás detalles. Sería demasiado fácil de lo contrario.

-Bien, ahora vuelvo a mi pregunta original ¿Es capaz de intercambiar algo que no sea un objeto concreto?

-¿Algo abstracto quiere decir?-Dazai asintió.-Si, lo he hecho. Es posible pero es algo realmente riesgoso.

-¿A que se refiere?

Dazai estaba esperando el momento perfecto, le había dejado de apuntar con el arma hace rato para que el hombre pudiera hablar mejor.

-Ya esas cosas no vienen a mi, normalmente cuando intercambio objetos abstractos, a cambio, hago que desaparezcan otras cosas, yo no ganó nada con eso.

-Pero dijo que lo ha hecho.

-Si, pero siempre hago que firmen un acuerdo que me protege de cualquier disgusto con la decisión del canje. Y un poco de dinero.

Dazai lo había pensado en la calle, cuando entró en el local y ahora mismo.

Pagaría lo que sea.

-Entonces, si hablamos sobre habilidades...

-¿¡Te refieres a usuarios de habilidad!?-Exclamó un poco alarmado-¿Por que la mafia está interesada en esto?

-Yo hago las preguntas.-Dijo Dazai volviendo a poner su semblante serio.-¿Puede o no puede?

-No puedo intercambiar las habilidades.-Dijo rápidamente.-A cambio de una habilidad a otra, pierdo la mia también, así que no es posible.

-Entiendo.

El hombre ya parecía que su agotamiento mental lo iba a colapsar.

-Entonces... ¿Eso es todo?

-Lamentablemente no.-Dijo sonriente el mafioso-Tengo un trabajo para usted.

Esa era la verdadera razón por la que aceptó el trabajo, esa era la verdadera razón por la que había elegido ir sólo.

Tal vez era demasiado exagerado, pero valía toda la pena para él.

Aunque tenía miedo del riesgo, si a cambio le pedía algo demasiado valioso, su plan se arruinaria y no tendría más opción que....

Matar al hombre y terminar el trabajo como realmente se lo habían encargado.

-Escuchame, me mandaron acá para volarte la cabeza sin siquiera hablarte.-Los ojos del anciano volvieron a entornarse y su mandíbula tembló.-Así que me ayudará con algo, y lo dejaré vivir.

Dazai guardó el arma y se cruzó de brazos.

-¿Qué se debe dar a cambio de poder controlar una habilidad?

-¿Que?

-Tengo un socio que últimamente no puede controlar su habilidad.

-Pensé que si a un miembro de la mafia le pasaba eso lo echaban o lo mataban.

-Y lamentablemente no existen esas dos opciones ¿Crees que vendría por algo tan complicado si puediera simplemente dispararle?

El hombre suspiro y abrió la puertita de la mesa de vidrio frente suyo y sacó un libro marrón gastado.

-Esto es el libro con el que calculó el valor de los intercambios.

Había muchas hojas escritas casi sin espacio entre las líneas, las hojas se empezaron a mover solas hasta caer en un hoja que se marcó con un marcapaginas rojo  como un hilo de seda.

-Aunque parezca una locura este libro tiene todo tipo de valores, y si me piden algo nuevo, el libro lo agrega con su valor.

Dazai vio como en medio de un renglon entre "a cambio de la desaparición de una persona" y "a cambio de recuperar la habilidad de un muerto", que tenia un espacio basante grande entre ambas frases, aparecían las palabras como por arte de magia.

"A cambio del control de tu habilidad"

Y luego de varios puntos suspensivos que te llevaban hasta el otro extremo de la hoja sólo decía una palabra.

"Memoria."