Uncommon [03]

8

—Elle – dijo George abrazándome mientras me hacía caminar

—No voy a probar ningún caramelo – dije tratando de mirarlo

—Hay que ser sinceros – dijo George sonriendo mientras íbamos a su dormitorio – eres mi hermana favorita y yo se que nosotros somos tus hermanos favoritos

—Aja – dije temerosa, ellos querían algo

—Hermanita – dijo Fred abrazándome cuando cruce la puerta

—Si tú también me abrazas juro que voy a salir corriendo – dije mirando a Lee

—Hola Eileen – dijo este sonriendo

—¿Qué es lo que quieren? – pregunte empujando a los gemelos

—Primero tienes que leer esto – dijo George alcanzándome un libro

—Hermione hubiera sido de más ayuda – dije viendo el libro

—Solo necesitamos que leas esto – dijo Fred abriendo el libro y buscando algo

—Están locos – dije cuando leí el nombre de la poción

—Tómalo como clases avanzadas en pociones – dijo George empezando a rodearme

—Tus notas en pociones serian aún mejores – dijo Fred también rodeándome

—Buen intento – dije cerrando el libro – no es una poción difícil, ustedes son capaces de hacerla, solo hay otro motivo por el que estaría aquí

—Ya se dio cuenta – dijo Lee

—Entonces, si sacamos cuentas el único motivo por el que estoy aquí es porque tengo acceso a algunos de los ingredientes – dije entregándole el libro a George

—¿Cómo es que no quedaste en Slytherin? – pregunto este mirándome

—Soborné al sombrero – respondí sarcásticamente

Todos empezaron a reírse, y después de mostrarles, nuevamente, lo absurda que era su idea, decidí ayudarles al menos vería todo el espectáculo desde primera fila, solo tenia que conseguir un ingrediente, supongo que Snape no se va dar cuenta.

—Cuando terminas de ordenar ahí necesito que me ayudes con algunas cosas – dijo Snape desde el salón de pociones

—Si – respondí desde la despensa – no puedo creer que esto sea tan fácil – susurre mientras tomaba un poco del ingrediente que necesitaba

El resto del castigo me la pase ordenando los calderos, o lavándolos, bueno al menos hasta que Snape se cansó de mis quejas y me ordeno que me fuera.

—Apúrate Lee – dije mientras seguía a los gemelos – esto es algo que no me quiero perder

—Después tratare de ordenar – dijo este alcanzándome

—¿Sabes si lo prepararon bien? – pregunte mientras íbamos a donde estaba el cáliz

—Solo fui un espectador – dijo Lee caminando a mi lado

Cuando llegamos, había varios alumnos reunidos alrededor del cáliz, y los gemelos ya estaban haciendo su absurda presentación y aunque Hermione también trato de explicarles que su absurdo plan no funcionaria, ellos lo intentaron igualmente.

Después de beber la poción lograron cruzar la línea de la edad y lograron echar los pedazos de pergaminos con su nombre.

—Creo que lo logra...

Me quede con la frase en la boca, al principio parecía que funcionaria, pero segundos después, pequeñas bolas de fuego salieron disparadas del cáliz hacia los gemelos, ambos fueron arrojados algunos metros y cuando se levantaron ambos lucían como ancianos.

—¡Pelea! – alentaban los espectadores – ¡pelea!

—Fue mejor de lo que esperaba – dije a Hermione mientras veía a los gemelos

—Debiste impedir que hicieran eso – ella me molesto mientras volvía la mirada a su libro

—Si, claro – dije aun viendo el espectáculo – como si ellos me fueran a hacer caso

—Tienes razón – dijo ella sonriendo, mientras la puerta se abría dando paso a los estudiantes de Durmstrang

—Mira – dije viendo a Hermione con una gran sonrisa

—Déjalo – susurro tratando de esconder una pequeña sonrisa

Era Viktor Krum, hace pocos días había llegado junto con su escuela, y ya lo había atrapado un par de veces viendo a Hermione; la moleste por un rato más luego disimuladamente la deje para ir a encontrarme en esas citas no acordadas.

—Hola – dije cuando llegué a la torre y él ya estaba ahí

—Hola – respondió el sin ganas

—¿Sucede algo? – pregunte incomoda

—No – dijo el sonriendo, pero era esa típica sonrisa que ocultaba muchas cosas

—Por supuesto – dije acercándome al borde

—Están pasando muchas cosas – suspiro él – solo es difícil de sobrellevar...

—Entonces... – dije mirándolo – somos amigos, Malfoy puedes contar conmigo...

Me gustaría decir que me conto realmente lo que le perturbaba, pero cambio el rumbo de la conversación como casi siempre lo hacía.

Tuvimos muchas más oportunidades para conversar, pero siempre eran cosas sencillas como la fecha de nuestros cumpleaños o que cursos nos gustaban, las conversaciones eran demasiado superficiales, le conté mi estadía en Ilvermorny a él le pareció raro que no estuviera en Slytherin, supongo que si se llevara bien con los gemelos sacarían locas teorías sobre eso.