Pasamos un momento riendo y hablando hasta que se hizo de medianoche.

-¿Jugamos a algo?- propuso Kradness tirado en el suelo.

-¿Cómo que?- pregunté.

-No lo sé...Eve, di algo.- señaló al mencionado.

-Ah...no juego hace mucho...-me miró.- ¿Escondidas?

Siento que nada bueno va a salir de ese juego...

-Ah...no-no sé...faltan personas, será aburrido con tres...-me excusé.

-Ah, ah, siempre hay algún problema, ¿Verdad? ¡Puedo llamar a alguien!

-Pero es de medianoche...¿Quién podría venir?

Y no sé por qué he hablado, ¿Por qué agregar más jugadores?
Kradness tomó su teléfono y llamó a Luz-san.

-Bien, he llamado a Luz, dice que traerá un par de amigos más~.

-Kradness...¿No estarás molestando a tu madre?

-Pfff, mientras sean chicos apuestos, mi madre no tiene problema.

-¿Y si son feos?- preguntó Eve.

-No lo sé...- respondió Kradness.

Pareciera que todos los utaites son rápidos, luego de veinticinco minutos de la llamada, se escuchó el sonido de una camioneta en la entrada y luego el timbre de la casa.

La madre de Kradness, encantada, guió a los apuestos Luz-san, Mafumafu-san y Soraru-san, hasta la habitación.

-Ah~, yo quería dormir...- se quejó Soraru-san.-¿Por qué me has obligado a venir? Apesar de que mañana tenemos ensayo...

-¡Soraru-san, debemos hacer algo divertido de vez en cuando!- se enojó Mafumafu-san.- olvida los ensayos por una vez~.

Soraru-san desvió la mirada y se sentó a un lado del kotatsu.
Luz-san sonrió y tomando a Mafumafu-san de los hombros, también se sentaron.
Pero dicho azabache se quedó dormido en el suelo, haciendo que Kradness saque un bolígrafo.

-No.- ordenó Mafumafu-san.

Kradness retrocedió guardando dicho objeto y volviendo a su lugar.

-¿Comenzamos?- preguntó.- bien, en este...-tomó el sombrero de Luz-san.-...sombrero, he puesto nuestros nombres y así asignaremos las parejas de escondite, ¿Quién quiere sacar primero?

-Yo-- Luz-san fue interrumpido por Mafumafu-san.

-¡Que vaya Sou-kun!- exclamó.

Yo ni siquiera quiero participar~.
Me puse de pié y caminé hacia el sombrero y saqué un nombre.

-Luz-san y...- saqué otro.- Eve...

-Oh...- suspiró Kradness.- saca otro...

-Yo y...Kradness.

-¿Quieres cambiar, Sou-kun?- preguntó Luz-san.

-No, no quiere.- respondió Kradness sonriendo.- ¿Y tú, Mafumafu? Soraru está durmiendo.

-¡Yo contaré!- respondió.

Cada uno se fue con su respectiva pareja hacia los escondites planeados.
Eve se fue hacia un pasillo del lado izquierdo con Luz-san y Kradness y yo al derecho.

Escuchamos unos pasos y la voz de Mafumafu-san amenazando con abrir todas las puertas y quejándose por el dolor que sentía cuando se chocaba los pies con los muebles.

Debido a un portazo causado por Mafumafu-san, Kradness salió corriendo rápidamente hacia una dirección contraria que él. Sus pasos hicieron tanto ruido que Mafumafu-san lo corrió.

Me he quedado solo en un ropero con persianas.
Por lo menos aquí no me encontrarían~.

Pero cuando creía ése mi lugar seguro, una sombra se podía apreciar entre las persianas.
Temí ser encontrado, entonces tomé un saco y me lo puse en la cabeza, como si eso fuera de ayuda.

La puerta del mueble se abrió repentinamente para revelar la imagen de Eve.

-Sou-kun...- susurró.

-¡Eve!- grité.

Rápidamente mi boca fue cubierta con su mano y entró en el mismo mueble que yo.

-¡Shh!

-¿Sou-kun? - la voz de Mafumafu-san me llamaba.- ahhh...¡No he podido encontrar a nadie aún!- se quejó y se escucharon sus pasos retirándose.

-Qué alivio~.- suspiró Eve retirando su mano.

-Lo siento, por poco nos atrapa...

El lugar es muy estrecho y casi oscuro...es un ambiente incómodo, y empieza a hacer calor aquí.

-¿Qué haces con un saco en la cabeza?- preguntó Eve.

-Ah-ah, es por si me...ah...no lo sé...-suspiré.

-Te ves adorable.

¡Tengo suerte de que no pueda ver mi rubor!

-Souu...¡Souuuu!- se escuchaba la voz de Kradness en tono de susurros algo fuertes.- ¿Estás aquí?

Cuando estaba abriendo un poco la puerta y por contestarle a Kradness, Eve jaló de mi brazo y caí entre sus piernas.

-Espera, mira.- susurró y señaló con los ojos a Mafumafu-san que estaba a unos centímetros de Kradness.

-¡Te encontré!- gritó Mafumafu-san.

-¡No!- gritó Kradness.- ahh~, vamos a buscar a los demás.

Ambos se alejaron del escondite donde seguíamos Eve y yo.
Los dos suspiramos con alivio y nos quedamos en silencio.

Miré hacia arriba y estaba el rostro de Eve, bueno su barbijo.
Tenía mucha curiosidad de ver lo que había debajo de este, así que tomé una de sus tiras y la saqué lentamente, pero la mano de Eve me detuvo.

-¿Qué haces?- preguntó.

-¡Ah, lo siento!- dije intentando reincorporarme, intento fallido, ya que Eve ejerció la fuerza necesaria para que me quedara sentado allí.

-¿Quieres ver? ¿Eso quieres Sou-kun?- preguntó.

-N-no...- me escondí con el saco que llevaba en la cabeza.

Sentí su mano en mi mejilla, que luego se deslizó hacia mi barbilla y me obligó a mirarlo.
Con su otra mano, tomo una tira del barbijo y se lo sacó, por completo.
Una sonrisa simpática se dibujó en su rostro.

Tomó el saco que aún yo llevaba y lo corrió a un lado para poder verme bien.

-¿Puedo besarte?- preguntó.

No respondí, pero cerré los ojos y sentí un par de labios húmedos posados en los míos.

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