_R K 8 0 0_ «Connor y tú»

Parte IX

7 de Noviembre 2038, 01:19:05

Ya avanzada la noche, nos encontrábamos en un parque, disfrutando de las vistas que ofrecía el puente de Detroit sobre el río. Había empezado a nevar y el suelo estaba parcialmente cubierto de nieve.

Hank estaba sentado sobre un banco bebiendo de sus cervezas, yo más delante de él apoyada sobre una valla que limitaba el parque con el río Detroit. Ambos en silencio.

— Bonita vista, ¿eh? — Me giro al escuchar a Hank, Connor estaba a su lado. — Antes venía mucho por aquí.

— ¿Puedo hacerle una pregunta personal, teniente? — Connor cruza los brazos sobre su pecho.

— ¿Todos los androides tienen tantas preguntas personales o es solo cosa tuya?

— Vi la foto de un niño en la mesa de su cocina. Era su hijo, ¿verdad? — Connor mira al teniente con tristeza.

Me doy la vuelta del todo y me apoyó contra la barandilla, observándoles a los dos. Desde que Connor se unió a nosotros, esta pregunta ha estado varias veces presente y Hank no le ha respondido.

— Sí... — Al final la tan esperada respuesta. — Se llamaba Cole...

Hank agacha la cabeza, este tema de conversación no es nunca de su agrado. Lo normal. Connor me mira triste, yo trato de sonreírle un poco para decirle que no pasa nada.

— ¿Antes de qué?

— Hm... — Hank suena confuso.

— Ha dicho: Antes venía mucho por aquí. ¿Antes de qué?

— Antes de... Antes de nada.

Miro a suelo, esta noche puede que sea la noche más triste de todas en las que Hank y yo hemos estado despiertos.

Connor avanza hasta la mitad del paseo, hasta la mitad entre Hank y yo. Su mirada se posa en mi.

— No estamos avanzando en la investigación. Los divergentes no tienen nada en común. — Vuelve a cruzarse de brazos. — Son todos modelos diferentes, producidos a horas diferentes en lugares diferentes... — Mira ahora a Hank.

— Tiene que haber una conexión. — Responde Hank.

Yo por el momento me mantengo callada.

Connor mira a la nada, buscando respuestas. Hasta que da con algo.

— Lo que tienen en común es esa obsesión con rA9. Es casi como una especie de... Mito. — Entrecierra los ojos, confundido. — Algo que se han inventado, que no forma parte de su programa. — Nos mira a ambos.

— Androides que creen en Dios... Joder, ¿a dónde vamos a ir a parar? — Hank bebe de su cerveza.

Le miro, su mirada no transmite otra cosa que preocupación. La situación de antes nos ha afectado a todos.

— Parece preocupado, teniente. ¿Tiene algo que ver con lo que ha pasado en el club Edén? — Connor me la ha leído la mente.

— ¿Es por esas dos androides, verdad? — Me pronuncio al final, mirando a Hank preocupada.

Él asiente.

— Esas dos chicas... Sólo querían estar juntas. Parecía que se amaban de verdad... — Mantiene la mirada fija en Connor.

Era totalmente cierto, Hank se dió cuenta de lo mismo que yo sucedido anteriormente.

— Pueden simular emociones humanas, pero son máquinas. Y las máquinas no sienten nada. — La voz de Connor es dura.