RECLUTA A8: LA GUERRERA ─── the maze runner [EDITANDO]

━Capítulo quince

CON CADA DÍA QUE PASABA, el grupo de habitantes y amigos de Zoe y Thomas no podían evitar que los niveles de preocupación incrementaran en sus cuerpos.

Todos sabían que sus dos amigos eran fuertes, pero no parecían querer despertar aun, y eso solo los asustaba, ya que creían que tal vez no lo harían en mucho tiempo.

La noticia de lo que ocurrió en la ciudad de CRUEL no tardo en correrse por todo el lugar, siendo este un tema de conversación de varios días.

Minho aun recordaba el caos que fue el llegar a la base de Vince, donde los recibieron a todos, creyendo que las cosas habían salido bien, hasta que vieron los cuerpos de Zoe y Thomas.

Carl y Newt afortunadamente se encontraban bien, el suero con la cura le fue suministrado a Newt, liberándolo completamente del virus.

Con Carl ya no fue necesario hacer el proceso, ya que Teresa había conseguido salvarlo antes de que fuera demasiado tarde.

El poder estar sin el virus, pero sin sus amigos, solo conseguía hacerlos sentir culpables. Ambos compartían ese pensamiento que no desaparecería hasta que vieran Thomas y Zoe con ellos, compartiendo su victoria.

Habían llegado al refugio y consiguieron instalarse, manteniendo un control en su nuevo hogar, pero nadie que conociera a Zoe y Thomas podía sentirse completamente tranquilo en ese lugar.

Se sentían preocupados, angustiados e impacientes por ver que sus dos amigos se levantaran y por fin estuvieran con ellos.

Hasta que por fin ocurrió el día.

Zoe fue la primera en despertar.

Y cuando lo hizo, se sintió desorientada, asustada y con ganas de salir corriendo. Tardo unos segundos en entender que era lo que estaba sucediendo, así que decidió tomarse un poco de tiempo para poder adaptarse a esa sensación.

No sonrió para sus adentro, sintiéndose nuevamente en un deja-vu.

Estaba nuevamente en un lugar desconocido para ella, pero el ver a Thomas recostado en la cama que estaba a un lado de ella, consiguió tranquilizarla un poco.

Se tocó sus brazos, miro sus manos y noto como las cicatrices habían desaparecido casi por completo. Zoe dejo salir un suspiro de alivio, mientras recordaba aquella catastrófica noche.

Un nudo en su garganta se formó de solo recordarlo, pero ya no quería llorar, o por lo menos no ahí.

Miro a Thomas una última vez, antes de ponerse de pie y comenzar a caminar hacia la salida.

En cuanto salió de aquella cabaña con lo primero que su mirada se encontró fue con una isla inmensa, siendo el sonido de las olas lo primero que pudo percibir con claridad.

Una pequeña sonrisa se dibujó en su rostro al ver todos esos árboles, las nubes en un cielo despejado y el azulado mar frente a ella. Este era el lugar del que Vince les había hablado tanto, por fin estaban ahí.

Los sonidos de unas risas capturaron su atención, obligándola a llevar su mirada hacia esa dirección.

La joven se llevó una gran sorpresa al ver el inmenso campamento que estaba construido frente a la isla.

Lo habían logrado.

No tardo en comenzar a caminar hacia él, observando con atención todas las cabañas, carpas y a las personas que andaban de un lado a otro, trabajando y ayudando con las cosechas o construcciones.

Zoe recordó el área, provocando que una nueva sonrisa brotara de sus labios, al mismo tiempo que una sensación de vacío se instalaba en su pecho.

Sus amigos no tardaron en ver a Zoe acercarse al campamento, provocando que dejaran de hacer sus actividades para poder acercarse a ella.