TRES
MEGALÓPOLIS DE PEKÍN, DOS SEMANAS Y DOS DÍAS ANTES
DE LA LLEGADA DE LA NAVE A ETA CARINAE
—Disculpe, instructora Lao, ¿puedo hablar un momento con usted?
Acababan de terminar el entrenamiento. Los alumnos se dirigían hacia la salida del campus de Inteligencia cuando Noelia había decidido que ya no podía retrasar más esa charla con su instructora, Anne Lao. Por más que ella fuera tan estricta que a veces pareciera una cabrona que disfrutaba llevándolos al límite en las simulaciones, lo cierto era que necesitaba su ayuda.
—Claro —la miró Anne con algo de curiosidad—, pasa un momento a mi despacho.
La siguió al edificio cercano, cogiendo primero su mochila y secándose el sudor con una toalla que llevaba siempre dentro. Después, se apresuró para alcanzar a Lao, ya que esta andaba con un paso enérgico que era difícil de igualar. Para ser una mujer de tamaño pequeño, sugería una dureza que iba mucho más allá de la que se esperaba de una mera instructora. Claro que su despacho, una habitación austera y funcional, tampoco parecía encajar muy bien con ella.
Llegaron en seguida, pues estaba en el nivel base. Como comprobó Noelia al entrar, no había cambiado demasiado desde la última vez que estuvo allí, hacía meses. Seguía siendo poco más que un archivador, una mesa y un par de sillas.
—Siéntate —le indicó Anne tras hacer lo propio—. Y dime, ¿qué deseas?
—Bueno —se la veía algo incómoda—, lo cierto es que necesito un permiso. Voy a viajar con mi madre.
—¿Un permiso? ¿A tan solo un curso de acabar tus estudios? Dudo mucho que te lo concedan. Ya viajarás cuando te licencies.
—Verá… —le costó no comenzar a mover los pies, nerviosa—. Esto que le voy a contar me gustaría que quedara entre nosotras.
—¿Extraoficial? —la instructora enarcó una de sus finas cejas—. ¿En qué andas metida, Pengcheng? —le preguntó, desaprobadora.
Y usó sus privilegios para desconectar el despacho de la red del edificio.
—Es mi padre. Está enfermo.
—Ya te daremos el pésame cuando fallezca. ¿Es que necesitas irte de vacaciones para no estar allí? Yo creía que todos mis alumnos tenían mejores tripas y sabían enfrentarse a la muerte sin dudarlo.
—No es eso. Mi madre y yo lo vamos a llevar al Templo.
Durante unos instantes, las pupilas de Lao se agrandaron por la sorpresa.
Ya estaba dicho. Si la instructora la vetaba, era posible que quisieran prohibirles el viaje. Por suerte, la burocracia no era tan rápida y ellas ya no estarían en Pekín cuando eso sucediese.
—Cadete Pengcheng, no se te va a conceder —le contestó tras unos segundos de incómodo silencio, los justos para recuperarse de la noticia—. Deja que tu madre arruine su vida, si es que sale viva del viaje, pero tú no. El Servicio de Inteligencia de Pekín tiene demasiadas expectativas puestas en ti. Eres una buena alumna, inteligente, valerosa y con una gran genética. No nos decepciones.
La joven la miró, seria y con decisión.
—Voy a ir —afirmó—. Si no desea que les decepcione, cúbrame.
Anne se tomó unos minutos antes de contestarle. Y su voz sonó algo menos fría de lo habitual en ella:
—Mierda, Pengcheng. Si de verdad deseas volver, si es que vuelves, necesitaré que me des algo. No es tan fácil encubrir una cosa así. No cuando se sepa que os habéis ido —la miraba fijamente, como sopesando si de verdad todas las esperanzas que tenía en la que había sido su mejor estudiante en los más de veinte años que llevaba en su destino actual merecían la pena, tanto como para arriesgarse por ella—. Que no te maten. Y más te vale traerme algo cuando vuelvas, alguna información valiosa sobre la guerra que yo no sepa. Algo que dar a Inteligencia para poder cubrirte. Como mi alumna más brillante, tanto que desea graduarse por todo lo alto para entrar en el servicio como algo más que una mera agente en prácticas. Si no —la amenaza sonó cortante en su voz—, yo misma me encargaré de buscarte y arrancarte la piel a tiras. Y, después, entregaré tu corazón de traidora a mis jefes.
Noelia tragó saliva.
—Dime, ¿por qué lo haces? —le preguntó finalmente la instructora Lao.
—Empezaré diciéndole por qué creía que tenía una oportunidad de que usted me dejara ir: sé que aquí, en Inteligencia, os gusta la gente aventurera. Y que eso es algo difícil de encontrar en nuestra sociedad. Yo lo soy, y lo sabe. No es algo que me haya tenido que inculcar como a los otros alumnos. Siempre me han llamado las estrellas. Así que, si mi madre se va, quiero acompañarla. ¿Que por qué…? Digamos que me parece una gran experiencia poder ver un sitio así de cerca.
—Ya… Una experiencia… —la miró sin pestañear, como si le dijera que ella la conocía mejor que eso, que sabía que no quería dejar a su progenitora sola—. A ninguno de mis alumnos les ata nada a la Tierra. A ti, quizá tu familia… No creas que no estoy al tanto de que tienes permiso para irte a casa todos los fines de semana porque eres útil en el astillero de tus padres. Pero a mí no me engañas. —Noelia frunció el entrecejo, extrañada, como si no entendiera lo que le quería decir Anne—. En todo caso, si eso es lo que te ha dado tu gusto por la aventura, yo lo respeto. Lo llevas dentro. Y en Inteligencia queremos gente que no tenga como mayor deseo el volver a casa tras sus misiones para disfrutar del lujo de Pekín el mayor tiempo posible. Por eso eres tan buena. Sé que podrás estar en el espacio, sin las drogas de tu tecnomédico, y seguir deseando jugarte la vida por la Federación. Así que vete. Entre otras cosas, veo en tus ojos el deseo de meterte en medio de la guerra y de acercarte al Templo. Pero recuerda: tráeme algo. O diré que me mentiste y entonces más te valdrá estar muerta.
Noelia sonrió a su instructora. Después de todo, no había errado al suponer que no era tan dura como aparentaba. Y ella tenía razón: estaba deseando viajar al espacio. Quizá le diera algo de pena abandonar su casa, la única que había llamado hogar, pero eso no era nada comparado con la emoción de estar tan cerca de otras estrellas que casi podría alargar sus manos y tocarlas.
TERCER CAPÍTULO DE HIPERNOVA, A LA VENTA EN EDICIONES BABYLON:
http://tienda.edicionesbabylon.es/es/1199-hipernova.html
TRÁILER:
http://youtu.be/7W3uK_Dp8ZA
