Capítulo 4

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Capítulo 4

Su corazón latía con rapidez mientras corríamos entre la nieve. Habíamos atacado una de las residencias más grandes y aglomeradas del poblado de este planeta. Lo logramos juntos y ninguno se sentía con la satisfacción de un éxito.

Teníamos 17 años cuando nos enviaron a la primera misión. Teníamos solo 17 años cuando Alicia y yo asesinamos a residentes de este planeta que deseábamos nuestro.

-Fue una orden -dijo ella, cayendo de rodillas en la nieve, enterrando su cara en ella para tratar de despertar de aquella pesadilla.

Me senté a su lado, sin decir nada. Solo observe los pilares de humo que se levantaban a kilómetros y kilómetros de distancia.

-Estaban armados -susurró ella, tratando de explicar algo que, en realidad, ni siquiera tenía fundamento -la Terminal me mostro los planos y las armas que tenían.

-Nos dispararon primero -asentí al recordar cuando llegamos a aquellas casas en forma de antiguos iglú, pero hechas de un extraño material, parecían creadas de cables maleables y muy resistentes. Eran muy pequeñas, no sabíamos cuántas personas había en cada casa, pero eran alrededor de cincuenta.

-No sé dónde pudieron guardarlas, eran casas muy pequeñas -dijo ella, volviendo a mojar su cara con nieve -estoy cansada, me quiero sacar esto.

Presiono el botón que había justo en su pecho y la armadura se abrió por completo y ella escapo de ella. De un salto cayo de rodillas en la nieve.

-No es buena idea -susurré, al verla tan afectada.

Nuestras armaduras eran de acero resistente, forman super soldados y estábamos armados hasta los dientes, además de llevar armas a elección.

-Mi corazón, duele.

Mi terminal estaba disfuncional desde hacía ya un tiempo, pero ninguno de los dos pudo hacer algo al respecto. El de Alicia había estado malo desde el momento que piso este nuevo planeta y luego con su forma de ser, su humor, su inteligencia y sus sonrisas dedicadas solo a mí, lograron que mi Terminal también estuviera defectuoso.

Ninguno se había extraído la Terminal, por lo que hasta ahora contábamos el uno con el otro cuando las emociones nos abrumaban, sobre todo en mi caso, ya que por un tiempo estuve prácticamente como un robot, por lo que dijo Alicia.

-Vuelve a la armadura, te harás daño.

Solo llevaba un traje muy delgado y el invierno aquí era muy duro.

-Esta no debía ser nuestra misión -empuñó sus manos, tomando mucha nieve -no deberíamos seguir con esta ordenes, Leo.

El sudor hacía que el cabello se le pegara a la cabeza, sus mejillas estaban rojas y mojadas por las lágrimas, sus ojos verdes como los míos, se veían mucho más claros en ese momento. De alguna forma, aún era la mujer más hermosa que había visto en mi vida...y me arrepentía eternamente de no haberlo visto cuando ambos estábamos en Tierra, porque la habría convencido de escaparnos, como lo hicieron algunos de nuestros compañeros. Podríamos haber vivido de forajidos, habríamos sobrevivido sin problema, de alguna forma. Sin embargo, mis sentimientos hacia ella despertaron solo meses atrás, en un planeta extraño y con una misión suicida. Ya un treinta por ciento de nuestras tropas habían sido eliminadas o dañadas tan gravemente que el hospital que habíamos creado estaba colapsado.

Ojalá nos hubiéramos quedado en Tierra.

-Esto debe llegar a su fin, no es posible que estemos haciendo esto -las lágrimas corrían sin parar por sus mejillas.

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⏰ Last updated: Jun 09, 2018 ⏰

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