La Chica Problema. (Trilogía La Chica #1) (Edición)

Capitulo 14

Después de todo era el quien estaba invadiendo mi espacio.

No pude evitar sonreír cuando salió de la cama y camino hacia mí con cara de pocos amigos. 

—¡¿Qué te pasa?!—Le grite mientras tomaba mi móvil para apagar la música. 

—Te dije que lo apagaras—Su tono era tan severo que me hizo enojarme. No tenía derecho a apagar mi música en mi habitación. 

—Sabes que estas en mi habitación—Me gire hacia el colocando las manos en mis caderas—Mi habitación mis reglas.

—¿Segura?—Era como si de un día para otro algo en Dylan hubiera cambiado, justo a este chico que estaba delante de mí no lo reconocía, pero me gustaba.

—Muysegura—No me iba a acobardar en este momento.

Tomo mi rostro entre sus manos y sin pensarlo me beso de nuevo, no me pude resistir, Dios sus besos sí que eran deliciosos, de un momento a otro me tomo de las piernas e hizo que las pusiera alrededor de su cadera, tiro lo de mi peinador y me sentó ahí. Yo no perdí el tiempo mientras apretaba mis piernas a su alrededor y pasaba mis brazos. 

—Te juro que si rompiste algo, te mato.

El asintió una vez con la cabeza mientras sus besos viajaban a mi cuello haciéndome cerrar los ojos. 

—Te compro lo que quieras—Dijo besándome de nuevo, sus manos recorrían mi cuerpo, desde las piernas hasta mi cuello, sus besos volvieron a mi cuello y sonrió sobre este antes de morderme. Un gemido se escapó de mis labios mientras me pegaba más a él si era posible.

—Idiota—Susurre con una sonrisa en los labios cosa que saco una carcajada de el.

Me tomo en peso para llevarnos a la cama, esta vez fue él el que se recostó en la cama dejándome encima, no pude evitar reírme mientras me inclinaba hacia enfrente para volver a besarlo. 

—Eres un idiota.

Fui levantando su playera y lo que me alentó a seguir fue el hecho de que tenía una sonrisa en los labios. Comencé a besar su pecho lentamente mientras subía la playera y le regrese el favor y mordí suavemente...

Un móvil estaba sonando a lo lejos y joder si no me paralice.

Cuando abrí los ojos casi quise llorar.

—Te estoy hablando—No era el Dylan de mis sueños con el que me había enredado en esta cama, no era el de la vida real. 

—¿Que?

—No vas a atender eso.

Dylan estaba en mi habitación, pero no acostado a mi lado, si no parado a un lado de la cama con los brazos cruzados mientras arqueaba una ceja.

—Si... claro—Me despeje un poco más mientras me estiraba para tomar el móvil y ver el número de mi mejor amiga—Hola. 

—Buenos días, bella durmiente. 

—Oh no—Aleje el móvil para ver la hora y salte de inmediato de la cama. 

—¿Llévame?—Se adelantó Mine y agradecí por tener una amiga que al parecer podía leer mi mente.

—Me conoces. 

—Lo siento. No puedo tengo que hacerle reparaciones al auto lo sabes pero al menos quería saber que estabas de camino. 

—No puede ser quería presumir mis nuevos zapatos pero no puedo caminar tanto con ellos—Dije sarcásticamente. Iba a llegar tarde a la escuela, solo por soñar despierta—Esta bien Mine, no pasa nada... supongo que iremos andando. 

—Lo siento, Mel. 

—No pasa nada, con que llegue tarde un par de minutos no pasa nada—Estaba resignada a llegar tarde otra vez. 

—Yo las llevo—Dylan hablo detrás de mí y toda mi piel se erizo mientras que mi mente viajo a mi sueño. 

—¿Quién es?—El tono de mi amiga era burlo y solo quería matarla o dejarla andando. 

—Mi cuñado.

Tal vez si lo repetía en voz alta lo suficiente me lo creería y dejaría de tener esos sueños caliente.

Si bueno, creo que ni yo me la podía creer.