I want the fatass! || South Park

Two | Butters

El celular de Tweek sonaba por quinta vez en el día, la misma persona llamando; Eric llamando. Ya paso una semana desde que se alejó de su amigo por culpa de las reglas de esa -a su parecer- competencia por el chico castaño. Suspiró y volvió a bloquear su celular, tenía sesenta mensajes de Cartman, tres mensajes de voz y las cinco llamadas perdidas. Y solo era por ese día.

No admitiría que si extrañaba a su amigo, salir con el al parque o ver películas en su casa, pero joder le habían prohibido eso.

Volvió a echarse en su cama y empezó a ver una película a solas.

[...]

—¿¡porque no responde?!.— gruñó tirando el celular a su cama. Leopold entró con unas papitas para su amigo y un vaso de jugo. Lo dejo todo en la mesa y se acercó al castaño, sentándose a su lado en la cama.

—Eric, ¿pasa algo?.— no le agradaba ver al castaño así, tan frustrado, molesto y bajoneado. El otro no respondió, haciendo un silencio neutral. Miro a la cara de Eric para apreciar su nariz y sus ojos café con borde azul, el cabello se le caía en algunas partes de su cara y su típico gorro azul estaba mal puesto. Su mano soportaba su cabeza, agarrando su barbilla y sus pestañas se notaban preciosas gracias a que miraba hacia abajo. Su corazón latió fuertemente cuando el castaño lo miro de reojo; se sonrojó y de pronto su garganta estaba tapada. No pudo moverse. El pecho le dolía.

—Eh... ¿butters?.— el castaño lo miro confuso y bajo su mano, el rubio estaba mirándolo con las pupilas dilatadas, sonrojado y boca entreabierta. Se veía tierno así, para que negarlo. —Butters, hola? Tierra llamando a Leopold...— movió su mano en la cara del pequeño, pero seguía sin responder, ahora unos pocos cabellos rubios se le cayeron, Eric agarro y los acomodo, solo ocasionó que el menor se sonroje más de lo esperado, pero al menos bajo la mirada. Eric rio un poco.

—L-l-lo l-lamentó Eric, p-perdón.— se golpeó mentalmente. Cartman encarnó una ceja y lo miro.

—Bueno Butters, ve a ponerte la pijama y trae otras almohadas de mi armario, iré por las palomitas y la jarra de jugo. — estaban haciendo una mini pijamada, si es que Tweek no podía, Butters lo remplazaba, pero la verdad si la pasaba bien con el rubio. Bajo a la cocina por todo lo que quería.

Mientras, Butters se ponía su pijama azul, seguía sonrojado pero su corazón ya se estaba calmando, fue por las almohadas que dijo el castaño y las acomodo en la cama, se sentó y espero a Eric. Le gustaba pasar tiempo con el, se había vuelto menos manipulador y era más amigable, le gustaba ya desde antes, cuando era el mismo, cuando era un dolor de cabeza para todos; Butters lo quería, siempre había quedado con el castaño, a su lado y a su servicio, no supo que había echo mal para que fijara su atención en Tweek y después se fuera con El Niño adicto al café. Quizá fue cuando el se fue de viaje por un mes, quizá solo eso lo cambió todo... quizá ese fue su error. No estuvo para Eric un mes. Y ya tenía una consecuencia.

Se puso triste de un momento a otro y ya tenía una lágrima derramándose por su ojo derecho, abrazaba la almohada y miraba a sus manos. No se dio cuenta cuando un castaño entró por la puerta con un tazón de palomitas y una jarra de jugo.

—Leo te había dicho que traigas chips y me di cuenta que no los trajiste.— mencionó dejando las cosas en la mesita, al parecer el rubio no lo escucho ya que andaba perdido en los recuerdos de cuando el castaño y el estaban juntos contra el mundo, aunque lo tratara mal, aunque le gritara y lo insultara, seguía a su lado. Se hizo más bolita en la cama y miro a un punto fijamente. — Butters?.— mencionó cuando no escuchó respuesta alguna, volteó la mirada y vio al rubio, "Acaso esta llorando?" Frunció el ceño y se sentó en la cama, sabia que Leopold era de corazón frágil y era un Niño inocente. Intento ser amable como lo era con Tweek.