The Best Of Me (Gerbert)

Capítulo 15

No sé cuanto tiempo nos quedamos ahí tirados totalmente quietos y observándonos pero por alguna razón no podía apartar mi mirada, y entre mas lo observaba descubría más cosas que al principio había pasado por alto al principio. Como las ojeras que rodeaban sus ojos, que su barba estaba un poco más larga de lo normal y que su piel estaba un tono más pálida. Estaba claro que él no iba a hacer el primer movimiento y de todas formas había sido yo quien había venido sin ser invitado por lo que traté de hacer mi nerviosismo a un lado y me decidí a por fin hablar.

-¿Estás bien?- fue lo único que se me ocurrió decir y me pareció totalmente estúpido y el hecho de que mi voz sonara toda débil no ayudó demasiado. 

Bert se encogió de hombros.

-Todo lo bien que se puede estar- me respondió y me sentí aliviado de que por lo menos me estuviera hablando, un poco de mi ansiedad se esfumó.

-Tenemos que hablar.

-¿De qué?

Su pregunta me tomó desprevenido por lo que tardé un par de segundos en recomponerme.

-Pues... de todo lo que pasó.

Se quedó en silencio observándome con una expresión totalmente neutral y que no me dejaba descifrar nada.

-Solo déjalo Gerard- me pidió frunciendo el ceño. 

-¿Que lo deje?

-Si, déjalo ¿Exactamente a que quieres llegar con esto? no tenemos nada de que hablar.

Sus palabras me hicieron enfadar un poco ¿Como podía decir eso? y bueno eso fue lo que le dije.

-¿Como puedes decir eso? tenemos demasiado de que hablar.

Bert entornó los ojos.

-Esto no tiene caso...- comenzó a decir pero lo interrumpí.

-Claro que tiene caso, sabes que tenemos que aclarar las cosas de una sola vez... por favor Bert, no podemos seguir así, yo no puedo seguir así.

Su mirada pareció relajarse un poco ante mi suplica y yo me quedé perdido por un  momento en el reflejo de sus ojos, podía sentir el calor de las llamas de la chimenea a mis espaldas y aunque las manos me empezaron a sudar no me quité el abrigo. La tensión podía sentirse flotando alrededor de nosotros y pude imaginarme a un gran elefante sentado en la esquina observándonos con reproche, pero al parecer Robert no estaba dispuesto a romper su extraño voto de silencio.

-Necesito saber por qué me besaste- solté antes de arrepentirme y creo que la pregunta lo tomó por sorpresa y lo puso nervioso porque comenzó a pasarse una mano por su cabello.

-Creo que eso ya lo sabes- fue su escueta respuesta.

¿Por qué? me pregunté ¿Por que justo ahora que yo estaba dispuesto a lanzarme de cabeza él se cerraba por completo? Dios sabía que yo no tenía demasiada paciencia pero aún así traté de no perder la compostura, ganas me sobraban de tomarlo por los  hombros y sacudirlo.

-¿Por qué no me lo dijiste? 

-¿Acaso eso hubiera importado?

-¡Claro que lo hubiera hecho!- solté sonando ofendido y provocando un ligero dolor en mi garganta por casi gritar -Si me lo hubieras dicho yo no le hubiera hecho caso a Frank.

La cara de Bert se crispó al escuchar el nombre.

-Eso ninguno de los dos lo sabemos- dijo con un gruñido.

Sus palabras ahora si que me hicieron enojar.

-¡Yo lo sé! ¿Por qué crees que te dije que iba a salir con él antes? porque quería tu aprobación, si tu me hubieras dicho en ese momento cualquier duda acerca de tus sentimientos hacia mí las cosas hubieran sido diferentes. Pero claro, eso no pasó porque ¡Tu nunca me dices nada!- grité eso ultimo mientras le apuntaba con mi dedo y ahí en esa frase se fue mi autocontrol directo por el caño.