Capítulo 1

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4 años después

Trataba de maquillar lo mejor posible el gran moretón que cubría mi ojo derecho pero estar encerrado demasiado tiempo en el baño del instituto podía levantar sospechas así que traté de apresurarme, todo esto lo hubiera podido evitar si tan solo me hubiera despertado cinco minutos antes pero no, se me hizo tarde y por consecuente también se le hizo tarde a Donald, mi padre, para irse al trabajo lo que concluyó en él llamandome un inútil y estampando su puño en mi cara. Mucha gente suele decir que prefieren los golpes a las palabras hirientes pues según ellos un golpe lastima menos que las palabras pero se equivocan, yo preferiría mil veces que Donald me gritara todo lo que quisiera antes de golpearme pero lamentablemente yo era el receptor tanto de sus golpes como de sus insultos. Desde que mi madre se fue siete años atrás todo había empeorado pero no puedo juzgarla, si yo tuviera un marido como mi padre también me hubiera largado de su lado, lo malo es que nos dejó a mi hermano Mikey y a mí solos con él, lo bueno si es que habia un lado bueno es que Donald nunca golpea Mikey y no creo que yo sea capaz de permitírselo, el pobre de mi hermano no debería de vivir en un hogar así pero yo no puedo hacer nada mas que protegerlo a toda costa de todo lo malo que pasaba. Eché un poco mas de polvo en mi cara y lo esparcí con una esponja, a veces odiaba ser tan pálido, mis ojos verdes me regresaron la mirada desde el espejo, no me veía tan mal, logré cubrir un poco mas la gran mancha verde y con mi pelo negro cayendo hacia el frente casi no se veía mi ojo. Esperaba que Bert no lo notara, él era mi mejor amigo, desde que me ayudó en esa terrible ocasión en la que la paliza de Donald había ido muy lejos nos habíamos vuelto inseparables, aún no sabía como es que un sujeto de 23 años tan genial como él se juntaba con un mocoso de 17 años como yo pero no me podía quejar, Bert se portaba tan genial conmigo y era el único que sabía los problemas que yo tenia en casa, aparte de Mikey él era todo lo que tenía, él era mi soporte cuando me quería dar por vencido y siempre estaba ahí para ayudarme además desde que Donald vio que tenía un amigo que casi era mi sombra había reducido un poco los golpes pero eso no quería decir que hayan cesado no, solo bajaron un poco de intensidad. El timbre que anunciaba el final de clases resonó por todo el lugar así que tomé mis cosas y las guardé en mi pequeña mochila saliendo del instituto listo para irme a trabajar, hace dos meses había logrado obtener un trabajo como mesero en un lindo restaurante en el centro de la ciudad, la paga no era mucha pero me ayudaba un poco para alcanzar a cubrir algunas de mis necesidades y las de Mikey y el horario era perfecto pues solo era de medio turno. Con mi mochila al hombro salí para esperar el autobús cuando escuché que alguien me llamaba.

-¡Gerard!- esa gruesa voz la reconocería en cualquier lugar.

Giré mi rostro y vi que Bert se encontraba recargado en su Mustang rojo a unos cuantos metros de donde estaba yo, me acerqué a él y cuando estuve lo suficientemente cerca mis ojos se abrieron grandes de la sorpresa al ver lo que había hecho.

-Robert Edward McCracken ¿que te haz hecho?- le pregunté con la boca abierta.

Bert me miró a los ojos.

-¿No te gusta?- me dijo

-Se te ve genial pero yo nunca creí que fueras capás de cortarte el cabello- me acerqué para verlo mejor.

Su cabello que antes era negro y caía en cascada más abajo de sus hombros ahora era rubio y estaba casi rapado a los lados y por detrás dejándolo largo solamente al frente y con un flequillo que le llegaba un poco mas abajo de los ojos.

-Me hacia falta un cambio y creí que así dejarías de burlarte de mis cejas- me dijo.

Yo reí al darme cuenta que por fin su cabello combinaba con sus cejas y barba, Bert era rubio natural pero siempre se teñía el cabello de negro no sé por qué.

The Best Of Me (Gerbert)Where stories live. Discover now