𝕸𝖆𝖗𝖛𝖊𝖑 ( 𝖒𝖚𝖑𝖙𝖎𝖛𝖊𝖗𝖘𝖊 )

━ 030. steve rogers

Instantáneamente el trío de héroes se mantuvo en un prolongado silencio, intercambiando entre ellos un par de miradas consternadas. La chica se acercó al rubio, tomando más que temblorosa sus manos.

-Vamos a estar bien -repitió, aunque ya no tan segura como la primera vez, sonriendo-. Tiene que haber otra manera. Podemos... podemos regresar a la tierra.

-Tiene razón. Vayamos con Shuri, nos ayudará a conseguir un plan mejor y luego volvemos -le apoyó Tony, temeroso de perder a cualquiera de sus dos amigos.

-¡Sí! O pidamos ayuda de la Capitana Danvers -coincidió ella.

-Ya no hay tiempo -replicó Steve, aún pensativo.

-Encontraremos otra forma -reiteró Stark.

-Sólo perderemos una última vida para recuperar todas las demás -les recordó el rubio.

-Cariño, no podremos tomar ésta decisión sólo así tan sencillo -la heroína trató de persuadirlo. En vano.

-No tendrán que hacerlo -afirmó el Capitán con convicción-. Yo lo haré.

-Steve -el filántropo negó con la cabeza, acercándose a él.

-Amor, no puedes... -la chica intentó a hablar pero su voz se quebró, sus ojos comenzaban a humedecer.

-Yo... estoy dispuesto a hacerlo. Por Bucky, Wanda, Vision, todos los demás, por ti, _____ -aseguró Rogers, tomándole el rostro entre sus manos.

-Si te pierdo, no tengo nada -espetó la pelirroja, sosteniendo con fuerza una de las manos que acunaba sus mejillas.

-Debes ser fuerte, sé que puedes -el Capitán le miró con una media sonrisa.

-Quédate -le suplicó _____, las lágrimas bañaron silenciosamente su piel-. Sólo quédate.

-Yo siempre te voy a esperar, ____. Y nunca dudes que te amo -le afirmó Steve, y por primera vez ella fue testigo de sus lágrimas.

Se unieron en un rápido beso, que para ellos se sintió como mil años muy lejos de ése mundo, en un lugar donde todo era perfecto y sólo estaban ellos. Los labios de ambos héroes temblaban al tacto sin poder evitarlo, juntándose con el sabor agridulce de las lágrimas. Tenía que ser especial, sincero, algo que pudieran atesorar hasta que el tiempo de volver a reunirse llegara. Y llegaría, algún día, estaban seguros.

-Sin importar lo que haya pasado, te amo, Steve Rogers -susurró ella al distanciarse, sonriendo en medio del llanto.

-Te amo más -asintió Rogers.

El capitán depósito un último beso sobre su frente, justo antes de girarse para caminar al borde del precipicio rocoso. Miró a Tony con una media sonrisa y sólo entonces notó que el filántropo se encontraba con los mismos ojos empañados en lágrimas.

-Perdón por la pelea que tuvimos, Tony. Nunca quise lastimarlos. Fuiste un gran amigo para mí -dijo Steve.

-Lo mismo digo, compañero. ¿De verdad no quieres quedarte? -sonrió el azabache con melancolía.

-Ya viví mucho tiempo. Ahora es tu turno, el equipo te necesita -repuso el rubio.

-Si te encuentras a mi padre, dile que Tony manda saludos.

-Lo haré. Hasta pronto, Stark -se despidió Steve.

-Buen viaje, Capitán América -el aludido hizo un saludo militar.

-_____ -ahora miró a su novia con una sonrisa mucho más amplia-. Ve y gana la guerra, voy a estar contigo todo el tiempo. Te voy a esperar.

-No va a ser necesario -sollozó ella, acercándose de golpe para abrazarlo, aferrándose a su calidez-. Esto es por ti y por mi.