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Me has hecho creer día con día que no hay nada imposible para mí si yo contigo estoy.

Me has recordado siempre que puedes que no hay quién contra mí cuando a mi lado estás tú y aquí sigues.

No hay dinero que compre el gozo que sólo tú puedes darme tras las grandes pruebas en las cuales tú mi carácter formaste. A veces mi mente bloqueada estaba por creerme que el dinero era la barrera, no lo era, era mi fe. Y tú solo bajabas la pesa para que juntos la levantáremos cuando listo estuviera.

Hoy vuelvo a darte la honra y la gloria por ser mi Padre proveedor y quien nunca ha desistido de creer en mí.
Sacas lo mejor de mí y el universo lo sabrá, pues soy solo un pequeño espejo de la gran gloria que Tú al universo desde siempre has mostrado. Gracias por hoy y por siempre.

Más de tí, menos de míDonde viven las historias. Descúbrelo ahora