- Dios mio, la pulga vuelve a picar- hice el ademán de rascar mi piel.

- ¿La pulga vuelve a picar? - comencé a buscar mi lugar. Pasé al lado de André- ten cuidado- escuche el chirriar de como hacía su banca hacia atrás para que yo pasase, ¿se siente bien? ¿Desde cuando es tan cuidadoso?.

- La pulga vuelve a picar... Me refiero a que eres tan fastidioso como la pulga de un perro. Vuelves a molestar...vuelves a picar- me senté en mi banca.

- Es una comparación muy estúpida.

- Exactamente igual que tu- eleve mis hombros a modo de desinterés. Solo escuché otro quejido de su parte- ese bello sonido- dije en un suspiro.

El profesor entró a dar la clase, el tema de ahora fue la pintura renacentista. Cuando podía ver aún, mi antiguo maestro me mostró una pintura por Internet, eran hermosas e inigualables.

Espero algún día hacer una pintura así de bella, y me gustaría que fuera recordada como alguna de ellas.

- Necesito que salgan y se relajen. Hagan lo que se les venga a la mente, pero por favor justifiquen su pintura, siempre debe haber algo tras ella. Adelante...

Escuche como todos salían, hasta pude sentir como la presencia de Andrés se alejaba un poco. Seguí en lo mío, guarde todo lo necesario en mi mochila, ideando un plan para saber como salir de ahí. Estas son una de las pocas cosas en mi lista que me irritan un poco, el moverme en lugares desconocido es toda una aventura pero siempre trato de verle el lado positivo.

- Oye- escuche la voz de André- si quieres puedo ayudarte a...ya sabes...

- Ah... Si, si gracias- tome mis cosas y mi bastón.

- Tómame del hombro. Ni pienses que te tomare de la mano o del brazo, no después de la platica de hace unas horas atrás- reí.

- Como si hubiera alguien que quisiera tomar tu mano- busque su hombro para así avanzar juntos.

- Muchas chicas quieren tomar mi mano- mi carcajada resonó por los pasillos.

- Que gran chiste- lo golpee en el hombro.

- ¿Que piensas hacer? - pregunto curioso.

- Siendo te sincera, ni tengo ni la menor idea de que hacer- y no mentía, en verdad ese día mi inspiración no fluía, eso me frustra.

- Ya pensaras en algo- ¿quien rayos es esta persona y que hicieron con André? - algo hermoso, tal vez mi cara- ah... Esperen, ya lo regresaron, bajen todos sus armas que ya esta aquí.

Y así pasaron la horas, entre bromas golpes y peleas que Cathe y André tenían, peleas por cosas estúpidas. Casi se matan, no tan literalmemte pero fue solo por que André iba a tirar una lata de soda, la cual, por el estruendo que causó, supe que no había llegado al cubo de basura...De hecho la pelea sigue en estos momentos.

- Por favor chicos, ya basta- Paiper los interrumpió, yo junte mis manos a manera de súplica.

- Por favor- hice un puchero.

- Esta bien- bufó- iré a comprar una bebida, ¿quieren algo, chicas? - recalcó lo último.

- Ay, no gracias - me reí ya que André lo dijo con un tono muy agudo para, según el, hacerlo pasar por la voz de una chica. Escuche los pasos de Cathe alejarse.

- Yo iré a buscar a unos amigos- asentí, también escuche sus pasos alejarse, para así solo quedar Paiper y yo.

- Es gracioso, Catherine debería relajarse un poco, pero de alguna manera se que sus enojos no son tan reales, solo juega muy pesado...demasiado- hice un sonido nasal mientras asentia- y bien... Ya mañana sera la exposición, ¿como te sientes? ¿Nerviosa?

Te Siento (Andrew Garfield y tú)Där berättelser lever. Upptäck nu