Capítulo XXXV - La felicidad no es eterna

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NARRA NATASHA

Intento conducir lo más rápido que puedo sin pasarme de velocidad, porque James va conmigo en el coche y quiero ser precavida. 

Al llegar a casa lo primero que hago es sacar a James de su sillita para el coche y cargarlo con un brazo, mientras que con el otro cojo todo lo que me ha dado el medico, además de mi bolso. 

Cuando entro lo primero que hago es buscar a Steve, pero el apartamento está vacío. 

Me fijo en que sobre nuestra cama hay una nota donde pone "Nat". Puedo reconocer la letra como la de Steve

"Nat, cuando he llegado a casa he visto que aún no había llegado. Ha pasado algo y necesito que cojas a James y vengas a la torre. Es importante que vengas aquí directamente. Necesito que tu y el bebe esteis aquí. Cuando llegues te lo explicaré todo. Nos vemos pronto. Te amo."

No entiendo nada. 

Cojo el móvil y marco el número de Steve, sin perder de vista a James. Esa nota me ha dejado preocupada. 

Uno, dos, tres, cuatro tonos y nada. Vuelvo a intentarlo pero Steve sigue sin coger el teléfono. Tiro el móvil sobre la cama con frustración y vuelvo a coger la nota. 

"La torre"

Tiene que ser la torre de los vengadores. Después de lo de Nueva York y los Chitauri, Stark restauró su torre y la adapto para que todos pudiéramos vivir allí, pero la final cada uno ha acabado viviendo en su propia casa. 

Decido hacer caso a Steve, así que cojo una bolsa donde meto las cosas necesarias de James y luego meto una camiseta limpia en mi bolso, por si acaso. Cojo a mi hijo y las dos bolsas y salgo del apartamento en dirección al coche. 

Voy conduciendo por las calles de nueva york, cosa bastante difícil. Necesito llegar cuanto antes a la torre y averiguar que está pasando. 

Miro a James por el retrovisor del coche, para asegurarme de que está bien. Mi pequeño bebe está dormido en su silla, ajeno a todo lo demás. Se le ve tan tranquilo y relajado... 

Vuelvo mi vista a la carretera y me concentro en llegar lo mas rápido posible. Llego a un cruce con el semáforo en rojo, así que freno y espero. Son segundos que ami me parecen horas, pero por fin el disco se pone verde y me permite pasar. Yo avanzo con el coche, siguiendo mi camino. 

Lo siguiente que siento es un fuerte dolor en el costado y la pierna. 

Al principio todo me da vueltas y veo borroso, pero al final logro enfocar la vista para aclararme un poco. No soy muy consciente de lo que ha pasado, mi mente solo se puede concentrar en una cosa:

<James>

Giro mi cabeza para mirar la sillita del coche donde mi hijo se encuentra llorando desconsolado. Intento abrir la puerta del conductor para salir pero está bloqueada, así que salto el asiento y salgo por la puerta del copiloto. 

Cuando siento el suelo bajo mis pies no puedo evitar caer de rodillas, pero al instante pongo toda mi fuerza en levantarme para ir a la puerta del lado donde se encuentra James. Intento abrir la puerta pero tampoco se abre, así que tengo que volver al otro lado del coche para abrir la puerta y intentar sacar a mi hijo. 

A lo lejos veo como la gente está a nuestro alrededor mirándonos y algunos hablando por teléfono, también escucho sirenas de fondo. Pero yo solo puedo concentrarme en sacar a mi hijo del coche. 

Cuando tengo a James en brazos puedo respirar un poco mas calmada. Aunque toda la rabia vuelve a mi cuando me fijo en mi coche. La parte del lado del conductor está totalmente destrozada. Ahora entiendo porque no he podido abrir la puerta de mi lado, porque está totalmente hundida. 

Descubriendo la felicidad(Romanogers)Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu