Beca está apoyada contra la cornisa, sus antebrazos descansan sobre la pared de la azotea y tiene la mirada perdida en el horizonte.

Chloe siente alivio llenar su cuerpo cuando sus pies vuelven a tocar el suelo firme de cemento. Por eso Beca usa la azotea como su escondite, porque la puerta de acceso está cerrada con candado y la llave solo la tiene el casero, el único punto de acceso es la escalera de incendios y la DJ sabe que Amy no se atreve a subir por ella y que a Chloe le da mucha inseguridad.

- No has hecho caso de mi advertencia – comenta mientras se acerca a la figura de su mejor amiga.

Beca alza la cabeza para señalar que está escuchando, pero no se gira a mirarla. Espera a que Chloe imite su posición sobre el borde de la azotea, con los antebrazos sobre el cemento.

- Lo siento – se disculpa, aunque a su voz le falta emoción –. Es como lo de los elefantes azules.

- ¿Qué pasa con los elefantes azules? – pregunta Chloe, curiosa.

- Si alguien te dice que no pienses en elefantes azules – Beca gira por fin la cabeza para mirarla con ojos turbulentos llenos de tristeza –, ¿en qué piensas?

Chloe sonríe.

- En elefantes azules.

Beca ladea la cabeza para demostrar su objetivo y Chloe accede con un asentimiento.

- ¿Qué te parece? – su voz es suave y tentativa.

Sabe que, a pesar de tener toda la apariencia de tener sus emociones bajo control y estar bien, Beca necesita ahora mismo ser tratada con tacto. Ha escapado a la azotea, y eso solo lo hace cuando se siente extremadamente vulnerable e inestable.

Busca la soledad para que, en caso de estallar, no haya daños colaterales.

- Bien – suspira la morena con un encogimiento de hombros.

Chloe no se precipita a presionarla, porque sabe que eso no es todo lo que Beca tiene que decir al respecto. Lo nota en el movimiento de su mandíbula, cómo la aprieta y afloja constantemente mientras piensa y debate si continuar o no.

Al final, la necesidad de desahogarse es más fuerte.

- Duele – confiesa en voz baja. Azul medianoche continúa perdido en el horizonte, que empieza a teñirse de rosas y naranjas por la puesta de sol –, pero era solo cuestión de tiempo, ¿no? Han pasado cuatro meses ya...

- Si me estás preguntando si hay un estándar de meses que debes esperar antes de buscar nueva pareja, no tengo ni idea. Cada persona es un mundo – opina Chloe encogiéndose de hombros.

No quiere juzgar. A ella le parece un poco pronto, pero no es su lugar especular sobre la rapidez con la que la gente se repone de sus corazones rotos.

- Me alegro de que esté siguiendo con su vida – admite Beca en un murmullo –. Solo me gustaría que no escociera tanto.

Chloe tuerce la boca en un gesto lleno de simpatía y compasión. Acorta la distancia entre ellas y le pasa un brazo por los hombros. Beca se recuesta contra ella con un suspiro.

Juntas, observan el sol ponerse en el horizonte y marcar el fin de un cálido día de otoño, pero también de una relación.

***

Cree escuchar la puerta del apartamento abrirse.

Saca la cabeza de debajo del chorro caliente de agua para asegurarse y la escucha cerrarse momentos después detrás de alguien. En seguida sabe que es Beca por la falta de escándalo.

How would you feel (if I told you I loved you?)Where stories live. Discover now