Una Princesa No tan Princesa.

¿Friends?

Hacía demasiada calor en Cancun, Una pequeña niña deambulaba sola por la playa de aquel hermoso lugar.

El rubio pudo verla y se acercó rápidamente preocupado y apenado, no había hablado con una niña nunca, sus manos temblaban un poco, acaso ellas mordían? Por las historias que sus amigos contaban lo hacían, incluso.. le dijeron que ¡lloraban!.
Hasta ahora le parecían repugnantes pero.. ella era diferente.. se miraba diferente.
— ¿Estas bien?.— Susurro el pequeño llamando su atención.
La pequeña Isa le miro con sus ojos cristalizados su cabello estaba sucio al igual que su vestido blanco.— No..— balbuceo.— Me e perdido..— sollozo
Matti tomo su manita, ¡era muy pequeña!
— Ven.. te llevaré conmigo.— camino hacia el hotel de sus padres.

Isa le siguió por detrás mirando con atención el lujoso lugar, se detuvo antes de entrar mirando al chico, todos iban bien arreglados, sus Perfectos y elegantes vestidos, las niñas de su edad tenían lujosas arracadas y cadenas, sus vestidos lucían carísimos y relucientes ademas de sus extravagantes peinados, cuando notaron su presencia comenzaron a reírse de la pequeña y a criticarla.

Arpías pensó Matti.

Tomo su mano y la adentro, el era el niño más guapo de todos ahí, las niñas se morían por ir con el, pero para su suerte todas les daban asco, excepto Isa.

Al llegar arriba con sus padres les explico lo que pasaba.

La señor y señora Cavanugh son comprensibles y gentiles a pesar de todo lo que tienen sus pies siguen en la tierra.

— ¿podemos adoptarla?.— hizo puchero, sus padres jamás se resistian a su puchero.

— Cariño.. adoptarla es mucho..— murmura algo apenada.— Podríamos alojarla un tiempo.. en lo que sus padres le encuentran.—

—¡Mamá! ¡Por favor!.— insistió.— ¡es muy linda y la quiero solo para mi!.— hizo puchero.

Isa se sonrojo al escuchar aquello pero lo disimulo muy bien.

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Una vez terminaron de bañar a la pequeña le pusieron ropa nueva y le peinaron, Matt entro a la habitación.

A sus ojos Ella lucía como toda una princesa.

— Gracias.— susurro bajito la pequeña y lo abrazo

— De nada.— Sonrió tiernamente correspondiendo aquel cálido abrazo.

Solo un abrazo inocente de pequeños niños.

Se separaron y se vieron.
— ¿Amigos?.— Sonrió tendiéndole su mano.

La pequeña Isa dudo por unos segundos, jamás había tenido un amigo.— Amigos.— sonrió tímidamente aceptando su mano.