El engaño de la realidad.

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  Cuando pedro se acerca a preguntarle a mi supuesto papá lo sucedido. Se despide de mí con una lagrima en los ojos; me pide que aliste mis maletas, y se queda hablando con aquel hombre, caminé hasta la cocina y me quedé detrás de la puerta; allí alcancé a escuchar cuando el hombre le ofrecía a Pedro un dinero para cada mes, como muestra de agradecimiento. Noté que ya estaban por terminar de hablar y corrí a mi habitación; cuando volví, Pedro se despide con un ultimo consejo: 

-"No confíes en nadie"... y recuerda, que siempre voy a estar aquí para ti.

  Me dirijo al carro con el hombre que resulta ser mi verdadero padre y por fin llegó el momento de presentarnos, se llama Felipe. Y en ese momento se me vino el recuerdo de una carta que me dieron cuando mi madre falleció, pero la verdad nunca me atreví a leerla. 

  40 minutos después de un largo recorrido llegamos a una casa enorme, se veía hermosa, con muchas flores y arboles, sentí que ya había estado en aquel hermoso lugar. Al entrar vi en el fondo del pasillo un cuadro enorme que abarcaba casi toda la pared, cuando me acerqué me dí cuenta que era una pintura de mis padres con dos niños, mi corazón brinca dentro de mí. Creí que ya no podía soportar mas sorpresas o iba a estallar. Mi padre regresa y me presenta todas las personas que habitaban aquel lugar. 

Me lleva a mi habitación, y no dudé al preguntarle el por qué habían dos niños en la pintura?

-Arturo, la verdad es que el amor que había entre tu madre y yo, era prohibido, tu abuela no nos aceptaba por el simple hecho de que eramos de diferentes estratos. Pero nuestro amor fue tan grande, que en el vientre de tu madre, se formó el fruto de nuestro amor.

  Por eso decidimos luchar por nuestra familia y vivir en un pueblo chiquito. A los pocos meses nacieron ustedes, a tu madre le gustaban mucho las fotografías, y en un descuido quise mandarle una de esas a mi mamá; cuando cumplieron su primer año, tu madre decide abandonarnos a tu hermano y a mi, cuando llegué a la casa encontré a Pablo... tu hermano, con una carta que decía:

  -"Amado mío, perdóname por lo que estoy haciendo, pero creo que es lo mejor para ti y para nuestro hijo, llévate a Pablo donde tu mamá; y cuídalo como si fueras su padre y su madre a la vez, con todos los beneficios, que solo TÚ puedes brindarle. Pero solo te pido un favor, no quiero ser egoísta con nuestro otro hijo, puedes venir a buscarlo dentro de 14 años y ten por seguro que el estará en el lugar donde si nos pudimos amar... te ama tu querida esposa."

-...

-Pablo llegará en un par de meses, mientras tanto tu te irás acostumbrando al lugar.

  Todo esto para mi es muy fuerte, la verdad no entiendo nada, quisiera que mi mamá estuviera aquí para explicármelo. De mi boca solo pudieron salir dos palabras:

-Quiero salir.

  Saca del closet un cofre y me lo deja al lado para que lo abra, pues al parecer solo yo podía hacerlo, ya que en mi cuello desde pequeño llevaba una llave que mi madre me había dado el día que me dejó.

-Te entiendo. Toma el cofre, pues es tuyo, también puedes salir y conocer el lugar.




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