Capítulo 7

1.7K 142 10
                                    

Narra Aurora:

Volar. Solo una palabra podía describir bien como se sentía: Libertad. Era como sentir el aire correr entre las plumas de mis alas, era como todas mis preocupaciones hubieran desaparecido y era como si estuviera realmente libre por primera vez.

Mientras volaba, miré a Diaval, y por primera vez, pude ver expresión en él incluso en su forma de cuervo. Era como si le viera de verdad por primera vez.

Él me sonrió (no puedo describir como lo hizo, pero lo hizo) y yo le devolví la sonrisa. Como dije antes, era como si le viera por primera vez. Nunca le había visto sonreír antes en su forma de pájaro. Quizás sea porque no me fijara lo suficiente, o quizás solo porque ahora tenía otra perspectiva por donde verle.

Maléfica abrió sus enormes y maravillosas alas y se unió a nosotros. Era justo como siempre lo había soñado. Los tres estábamos volando juntos. Riendo, Divirtiéndonos. Hasta Maléfica reía. Hacíamos piruletas y volteretas en el aire.

-Aurora!! Mira esto!! Gritó Diaval e hizo unas volteretas en el aire, volando cada vez más rápido hacia delante, pero sin mirar hacia allá.

Yo reí y volé más rápido, sin darme cuenta de que estábamos bajando bastante rápido hacia más abajo, hacia el bosque.

Miré hacia delante, hacia Diaval, quien estaba volando delante de mi, mirándome y sonriendo, pero aún sin mirar hacia delante. Me di cuenta de que estaba volando algo rápido hacia... un árbol.

-Diaval!! Cuidado con ese-!! Grité pero no llegué a tiempo, ya que Diaval chocó de lleno contra el tronco del árbol.

-...Árbol. Terminé de decir. Volé hasta el cuervo, que se estaba sacudiendo la cabeza para despejarse, o quizás para intentar reprimir un poco el dolor del golpe.

-Estás bien? Pregunté.

-Si, mi cabeza no se rompe tan fácilmente. Dijo Diaval frotándose la cabeza con su ala.

Ahora que sabía que no se había hecho mucho daño, su golpe me resultaba más cómico que trágico. No pude evitar reírme un poco.

-Oye! No es gracioso! Dijo Diaval con tono ofendido. Pero él no me engañaba. Podía ver por su sonrisa que lo decía a broma.

-Si que lo es. Admítelo. Dije riendo más fuerte.

Entonces Maléfica bajó junto a nosotros, pude ver que también sonreía. 

-Me lo ha parecido a mi o Diaval acaba de chocarse contra un árbol? Preguntó con un tono extraño, como si intentara aguantarse la risa.

-Si, el cuervito no estaba mirando hacia donde iba. Dije riendo.

-Bueno, gracias por preocuparos tanto, en serio, no se que haría sin vosotras. Dijo Diaval sarcásticamente.

Yo y Maléfica intercambiamos una mirada cómplice y empezamos a reír tan fuerte que nos habrían oído hasta en el reino de Philip. Diaval primero nos miró mal, pero acabó riendo también con nosotras.

Habían pasado varias horas desde que volvimos al trono de Maléfica y ella nos devolvió a nuestro estado humano. Tengo que admitir que me quedé un poco decepcionada cuando tuvo que marcharse como siempre, sin decir a donde iba.

Diaval me ofreció volver al castillo, pero prefería quedarme esa noche en el bosque, así que me acompañó a la casita en el que me criaron las tres hadas. Ese lugar había sido mi casa durante casi 16 años, por lo que me sentía cómoda en el.

-Bueno... que duermas bien. Me dijo Diaval en la puerta. No sé por qué, pero no quería que se marchara. Quería que se quedara conmigo en la casa.

-Espera... Dije y rápidamente cogí su mano. -Podrías quedarte esta noche? Por favor?

Él me miró sorprendido durante un buen rato. Supongo que no se esperaba que quisiera que se quedara, La verdad, yo misma me sorprendía. Por que me sentía tan mal cuando iba a irse? Era un poco como si me arrancaran algo del corazón.

Finalmente Diaval sonrió y asintió. Me acompañó hasta la habitación que había sido la mía durante 16 años, y se sentó debajo de la ventana.

-Podrías... quedarte hasta que me duerma? Dije sintiendo que me sonrojaba.

Él sonrió amablemente. -Claro. Estaré aquí toda la noche si quieres. No me iré a ninguna parte. 

-Gracias. Dije sonriendo y cerré mis ojos.

Me desperté sobresaltada. Mi respiración iba muy rápido y mi corazón latía a mil por hora. Había tenido una pesadilla? Pero por qué no puedo acordarme de nada?

Sentí algo extraño en mis mejillas. Noté que estaban mojadas... pero no por el sudor de mi frente... era como si hubiera estado... llorando.

Me levanté y miré a mi alrededor. Mi corazón aún iba a mil por hora, y tenía la extraña sensación que quería ver a Diaval ahora. Era como si mi vida dependiera de ello.

-...Diaval? Pregunté notando mi voz algo entrecortada. Miré hacia la ventana y allí estaba él, aún apoyado con su cabeza contra el cristal de la ventana, pero ahora estaba profundamente dormido. 

-Diaval? Intenté preguntar de nuevo, un poco más fuerte. 

-Q...qhueh? Preguntó Diaval con su voz soñolienta. Se había despertado, y se estaba frotando los ojos mientras bostezaba. -Ya es de día? Preguntó con algo más de vida en su voz.

-No... es que... Dije, pero me estaba dando cosa decirle que le había despertado por una pesadilla. Parecía estar tan tranquilo al dormir...

Me miró un rato, y sus ojos se agrandaron por la realización. 

-Aurora, estás bien? Has tenido una pesadilla? Preguntó preocupado y se sentó a mi lado, al borde de la cama.

Yo asentí sin mirarle. Pensaba que se iba a enfadar, o decepcionar por haberle despertado por algo como eso.

Pero no. Él puso su brazo alrededor de mis hombros y apoyó mi cabeza en su hombro. -Cuéntame sobre tu sueño. Te hará sentir mejor. Dijo con voz tranquila.

-Yo... no me acuerdo... Dije, pero sentía que había algo importante en ese sueño. Ojalá pudiera acordarme...

-No pasa nada. Intenta dormirte de nuevo. Yo estaré aquí si me necesitas. Dijo con una sonrisa tierna y se preparaba para levantarse, pero yo sentía que no quería que se alejara más de esto de mi, por lo que automáticamente mi mano agarró la suya.

-Podrías quedarte aquí... conmigo? Pregunté totalmente roja.

Me miró sorprendido un rato, pero finalmente apoyó su cabeza en la pared que estaba detrás de mi cama. Yo me tumbé y apoyé mi cabeza sobre su pecho. No comprendía por qué, pero sentir sus latidos me hacía sentirme mejor.

-Gracias por quedarte. Dije  cerrando mis ojos.

-No es molestia. Yo siempre he estado, estoy y estaré a tu lado, y tu lo sabes.

-Me alegro que estuvieses aquí. Eres mi mejor amigo. Dije mientras escuchaba el repetitivo sonido de sus latidos.

-Si... y tu la mía. Dijo, con un tono extraño en su voz. 

Después de unas horas, sentí como su respiración se relajaba. Se había dormido. Yo también me dejé llevar por el cansancio y me dormí. Quizás ahora ya no tendría pesadillas.

-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

HOLA!! BUENO, AQUÍ OS DEJO EL CAPITULO 7. POR FIN HE CONSEGUIDO ESCRIBIR UNO ALGO MÁS LARGO!! ESPERO QUE OS HAYA GUSTADO, Y MUCHISIMAS GRACIAS A TODOS LOS QUE HAYAN VOTADO O COMENTADO. POR CIERTO, ME ENCANTARÍA QUE DIJERAIS VUESTRA OPINION SOBRE LO QUE QUISIERAIS QUE PASARA EN EL PROXIMO CAP!! HASTA EL PROXIMO CAPÍTULO!!

Maleficent: Black Like a CrowWhere stories live. Discover now