Hunter. Nuevas Especies #2

Capítulo Nueve

–¿Estás segura que va a funcionar? –La mujer preguntó mirando a Jessica.

–Claro. Ha perdido mucha sangre, lo necesita. –Trisha dijo.

Hunter se paseaba de un lugar a otro, estaba desesperado. Sin camisa, vendado en el hombro y en el costado, hacia parte de el grupo de personas que estaban en la habitación de Jessica.

–Será mejor que salgas, Hunter. –Trisha lo miró.– Hay muchas personas aquí.

–Ni hablar, no me despegaré de ella. –Hunter gruñó.

Él recibió una contestación por Slade al haberle gruñido a Trisha.

–No lo estoy pidiendo, es una orden. –Trisha le dijo lo más seria que podía.–Todos se salen de aquí, menos Kylie, Breeze, Ellie y yo, los demás afuera.

Justice, Jerichó, Fury, Brass, y Slade salieron de la habitación. Trisha miró a los dos hombres que quedaban.

–¡Que salgan los dos! –Fue Kylie la que ordenó.– ¡Por Dios, Hunter! No le va a pasar nada, ella está aquí, adentro, en el Homeland. –Kylie se levanto sin despegarse de Jessica.– Ve a bañarte; además, tenemos que asear a Jessica.

Hunter lo consideró. Era verdad que ya estaban adentro, que ya todo había pasado. Trato de ser razonable; suspiro y salió de la habitación.

–Una hora. –Dijo en la puerta.– Dentro de una hora estoy de vuelta.

Salió junto con War sin decir otra cosa, dejando a las mujeres ahí.

Las cuatro mujeres suspiraron y voltearon a mirar a Jessica.

–Gracias, Ellie. La sangre de Jessica es muy escasa.– Kylie se paró al lado de Ellie, y le tocó el hombro.

–No te preocupes, solo quiero ayudar.– Ellie le sonrió.

–Esperemos a que la transfusión haya terminado y la bañamos. –Trisha se sentó en el sofá junto a Breeze.

–Estoy de acuerdo, sus olores no son muy agradables. –Kylie miró a Breeze.

-Si hubieras pasado dos días en un bosque no olerias muy bien. –El tono a la defensiva de Kylie fue evidente.

–No lo digo porque sea desagradable, lo digo porque el olor a Hunter me está mareando. Den gracias que no pueden oler las emociones y el sexo, sino se volverían locas.

~*~

Todo estaba muy pacífico, sólo se oía un pitido y sin duda lo reconoció. El monitor cardiaco se fue acelerando a medida que Jessica abría los ojos. Cuando los abrió, cuatro pares de ojos la miraron.

–Jessica, relájate. Estás a salvo, estás en la clínica del  Homeland. –La voz de Trisha la calmó.– Soy Trisha North, medica en el Homeland.

–Jessica, Jess, soy yo, Kylie. –Jessica miró a la derecha para ver a Kylie.– Gracias a Dios, Jessica.

Kylie le llevó una mano al pecho y suspiró.

-Casi me muero, reglamente casi me muero. Estaba pensando en llamar a tu madre si no despertabas; date cuenta de lo desesperada que estaba. –Kylie no paraba de caminar hablando.

–Estoy bien, Ky. –Kylie paró de caminar y la miró.

–Si alguna vez vuelves a hacer esto otra vez, te mato. Si el choque no te mata, te mato yo. –Kylie se dejó caer al sofa con fuerza.

–Kylie, cálmate. Ella está fuera de peligro, todo está bien. –Ellie le dijo a Kylie.

–¿Dónde está Hunter? –La voz temblorosa la delató.