Capítulo Siete.

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Jessica volvió a sentir su cara arder, pero esta vez de coraje.

–¡No entiendo! O se inventaron esto, o eso es el mayor descubrimiento posible. —Camino de un lado a otro con sus manos en la cintura, desde una esquina de la habitación tanto Hunter como Gabby la miraban. –Creo que enloqueceré con esto.

–No te preocupes, estoy tratando de descifrar esto para que los demás médicos lo miren; no debes cargar con todo el estrés tú sola. –David le sonrió con simpatía y después se arrepintió cuando vió la cara de Hunter.

–Sí, mejor haz eso mientras salgo. Necesito aire. –Se dió la vuelta y salió hasta el pequeño patio que poseía esa instalación.

Era raro que ese lugar tan sombrío y brutal tuviera algo como ese jardín, con flores ahora descuidadas pero igual de bellas.

–Huelo lo estresada que estás, déjame ayudarte. –La voz de Hunter hizo que se diera la vuelta.

–Deja de llegar por detrás como una sombra, es inquietante, además no tengo tiempo para desestresarme. –Ella avanzó pero el brazo del macho la detuvo.

–Dejame ayudarte, tu bienestar y necesidades están de primero, tengo que saciar tus necesidades o no seré un buen compañero.

Jessica suspiró abatida.

–Está bien. –Se preguntó por el enojo de esta mañana pero decidió dejarlo así, no quería dañar el ambiente entre ellos.

Él miró el gran patio y vió un muro, lo reconoció; en su instalación tenían uno, era para una clase de experimentos que tenían que ver con el clima y ellos.

–¿Para dónde vamos? –La mujer lo sacó de los recuerdos.

–Ahí. –Señaló el muro.

Jessica se preguntó cómo iba a darle un masaje ahí, ya que por ningún motivo iba a ensuciarse.

Avanzaron, y Hunter la subió hasta el muro.

–No me acostaré, es un traje de 2 mil dólares para ensuciarlo así. –Le dijo, sonando muy superficial.

Hunter sonrió y Jessica se dió cuenta de algo.

–¿Planeas darme un masaje? –Un hormigueo y preocupación le llegaron, estar a solas con él significa decir adiós a la ropa.

–No precisamente en donde te imaginas.



~*~

Cuando Jessica y Hunter entraron, los dos hombres pudieron sus caras, la de Jessica un poco roja y la de Hunter con la mirada fija en ella. Gabby rió porque percivio los olores en la pareja, podían engañar a David, pero no a Gabby.

Un carraspeo sonó.

–Jessica, acabo de transferir los archivos que estabas mirando, están en esa memoria –. David le pasó la memoria y ella asintió.

Camino hasta un computador y empezó el estudio de los archivos, tenía que revisarlos. Empezó mirando rápidamente pero algo llamó su atención; un par de archivos están nombrados como 854E y 579R mientras los demás archivos eran nombres de células, baterías y experimentos. Abrió esos archivos y lo que leyó la dejó con la boca abierta, se levantó y llevo las manos a la cabeza.

El primer en notarlo fue, por supuesto, Hunter.

–Jess, ¿pasa algo?

Él se acercó a ella mientras seguía con la  miraba, desde su posición, en el computador.

–Si esto es verdad, tenemos que reportarlo, tenemos que llevar la información de inmediato –Ella lo miró distraída. –, es un gran descubrimiento, Hunter.

Hunter. Nuevas Especies #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora