No recuerdo que día fue cuando la vi. Pero recuerdo que tenía el pelo negro. Recuerdo que era pálida como la nieve. Recuerdo que tenía una camiseta negra de un grupo de música indie que yo escuchaba. Ah, y recuerdo que tenía una sonrisa que hacia calmar hasta el llanto más fuerte. Me pregunto si será atracción o amor a primera vista. ¿Puedo ser sincero conmigo por una vez? A ella la veo todas las mañanas, cuando voy a la universidad y cuando me voy de esta. Siempre los mismos buses, las mismas paradas… La misma sonrisa… Y la misma pregunta ¿sonreirá por algo en especial? ¿Sonreirá por mi cara de bobo al verla? ¿Sonreirá por sonreír? Sea lo que sea… es simplemente… precioso. Es como cualquier cuadro que sea digno de ver. Me pregunto si en invierno su corazón será igual de frio. O si lo es ya. O tal vez me esté equivocando y sea igual de cálida que su sonrisa, que el verano. Ojala poder dirigirle la palabra, alguna vez. Y no observarla desde el asiento de atrás. Cuando siento que tengo el valor para hacerlo… me vuelven las preguntas. Pero s eme pasa, cuando veo su sonrisa. Su cálida y preciosa sonrisa.
