twitch-ing » donghwi

4.

DongHo cree que debería dejar de hacerle tanto caso al intento de amigo que es Kang Daniel. Pero, bueno - Si los Kang no se cuidan, los derriban los de arriba.

Así que sigue confiando en sus pasos, pero todo por alguna razón finaliza de una manera completamente diferente a lo pensado. Esa es, o debe ser, la única razón por la cual frente a él está parado el chico de sus sueños.

A quien, finalmente, puede ponerle un nombre: Lee Daehwi.

Cualquier persona pensaría que su vida es un manga cliché que leen las jovencitas de 12 años, muy preocupadas leyendo de amor para preocuparse de sus vidas. Si, es esa la única explicación razonable.

Porque sino, no se explicaría que el joven esté atendiendo una cafetería. Una que no visitó nunca antes, una que no hubiera visitado si no fuera por Kang Daniel. El maldito era el puto Cupido.

Sus orbes se encuentran con los del muchacho, uno que no cree conocerlo. Es porque jamás ha visto su cara, aún cuando hablan 20 de las 24 horas que el día tiene. DongHo le sonríe, sus cabellos se encuentran de un color diferente a la transmisión anterior.

El traje de mesero le queda bien.

Pero, todo le queda bien.

-¿Me permite tomar su orden, señor...?

-Señor Kang, Kang Dongho.

Click, la manera en la que pestañea a la velocidad del aleteo de una mariposa logra que DongHo note como se ha dado cuenta. Lo reconoce y se siente muy bien. El muchacho asiente sin más, preparando una bebida que ha sido dictada.

Mientras tanto, lo mira.

¿Con vergüenza? ¿Tal vez miedo? No lo sabe, no lo sabrá tampoco. DongHo piensa qué debería hacer - ¿Como debería actuar? Y principalmente, ¿Por qué Lee Daehwi está allí? El mundo trabajaba de una manera particular.

Y bonita.

☆

Daehwi no tendría que haber ayudado a Park Jihoon ese día. Por la mierda que no tendría. Pero lo hizo, porque es el mejor amigo del mundo (eh...) y era la razón principal por la cual Jihoon no podía estar ahí (click).

Sus pies se movían constantemente, la vergüenza y el arrepentimiento recorriendo cada tramo de su ser. Porque si, él estaba acostumbrado a ser observado y si, le encantaba ser reconocido por sus admiradores.

Más aún cuando eran así de atractivos, más aún cuando eran tan dulces como él. Pero había una diferencia un tanto pequeña: no coqueteaba con sus admiradores. No recibía flores de ellos constantemente, ni se iba a la cama con una sonrisa luego de hablarles por horas.

Era diferente.

Kang era diferente, al menos para él.

Si estaba ligeramente atraído mediante mensajes, conociendo su rostro podía decir que había caído completamente. Hablar por mensajes era mucho más fácil.

Terminó de preparar su bebida para cuando se dio cuenta.

Se la entregó, en sus manos. Y rozó su piel, su cálida piel.

Estaba muerto.

-Eso es todo, señor Kang.

-¿Nos vemos después... -y leyó su placa, supone Daehwi que por primera vez.- Lee Daehwi?

Si, mil veces si.