Wolf

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-Katsuki -llamo de forma maternal una mujer que en su apariencia lo más destacable eran sus extravagantes cabellos rubios y sus peculiares ojos rojos. El llamado se acercó curioso, púes era un niño de apenas 6 años con una apariencia muy similar a la mujer que le hablaba- ven, acercate más -el infante indeciso se acerco más acatando la orden para ser tomado en brazos por la mujer y ser sentado en su regazo- creó que ya estas lo suficiente mayor para oír una historia antigua -la melancolía era notable tanto en la vos como en la mirada de la fémina, el pequeño no pudo evitar mirarla de una forma más fija ahora totalmente curioso. La mujer al notar como la mirada de su hijo estaba totalmente en ella y sabiendo que había capturado por completo su atención procedió a iniciar con el relato.

Todo comenzó hace cientos de años atrás, lo que se podría considerar como dios estaba sumamente furioso por el trato que los seres humanos en la tierra les brindaban a otros humanos y a los animales y plantas que el había creado amablemente para la tierra, así que ideando un castigo divino hizo que un montón de ángeles bajaran del cielo y convirtieran a la gente más bondadosa y capás en humanos cambia formas. Sin poder evitarlo ellos dejaron de ser bienvenidos en las ciudades humanas siendo apartados a los bosques por sus peculiares rasgos, habían de todo tipo de cambia formas, pájaros, lobos, conejos, zorros, gatos, perros, incluso hay una leyenda de que habían dragones y sirenas.

Pero en fin, los ángeles hastiados de intentar corregir a la humanidad les dejaron todo el trabajo a sus creaciones que con el tiempo se volvieron su ayudantes, esto ex seres humanos debían velar por la protección tanto de los bosques y los que habitaban allí como de los humanos que les dieron las espalda ante sus cambios.

Durante años la paz estuvo reinando entre ambos mundos totalmente distintos, hasta que los humanos asustado y cansados de la existencia de los cambios formas les empezaron a dar caza, tribus completas fueron aniquiladas, los únicos sobrevivientes fueron unas cuantas manadas de lobos y de aquellos que pudieron huir a las profundidades del mar, pero como estas tribus eran tan escasas los humanos los dieron por extintos cumpliendo así su propósito inicial.

Las manadas de lobos adaptándose al drástico cambio desarrollaron característica físicas andróginas junto con aparatos reproductivos de ambos sexos, pero guiandose por una jerarquía se sabría de que tanta utilidad serían dichos órganos. Cada manada tenía un alfa que se encargaba de sus betas, de los cuales algunos eran sus compañeros (tanto hombres como mujeres) quienes portaban a sus herederos hasta que algún beta u omega lo desafiara a un duelo y reemplazaran su lugar desterrándolo y volviéndolo un omega, cambia formas abandonados que vagaban por su cuenta y desarrollaban más sus aparatos femeninos para así conseguir el apareamiento y la supervivencia junto a la posible creación de otra manada.

Pasaron varios años antes de que Dios, enterándose de lo sucedido, de forma furiosa condenó a los humanos al mismo destino jerarquizado que los cambia formas pero con el castigo de que ellos nunca podrían cambiar su estatus como los otros, si no que nacerían con un segundo género y morirían con este.

Todo esto sucedió años antes de que los primeros quirk surgieran en la tierra, siendo los Alfas humanos los portadores de los poderes más fuertes, lo betas siguiéndoles se cerca y los omegas siendo bendecidos si llegaban a tener alguno de estos poderes.

-Cosa que obviamente no pasa con nuestra especie -término de murmurar la rubia mayor mientras tocaba suavemente la nariz de su retoño dejando liberar al mismo tiempo sus orejas y cola lobunas siendo seguido por el infante al notar que su mamá hacia tal acción.

-¿A qué te refieres? -pregunto de forma osca el pequeño, su madre sonrió negando con la cabeza y de forma calmada miro a su cachorro.

-A que, Katsuki, como cambia formas ocultos tememos dos estatus, el nuestro dentro de la manada y como nos clasifican los humanos, por lo que a pesar de que tu para los humanos no seas nada más que un omega, posees un quirk poderoso y eres un beta en nuestra manada, al igual que yo y tu padre -opto por responder con simpleza Mitsuki provocando que Katsuki formara un pequeño puchero con sus labios.

-¿Por qué no puedo ser un alfa? ¡sería un alfa omega muy genial! -exclamaba entusiasmado provocando una risa en la mujer mayor.

-Eso es porque tendrías que retar al alfa de nuestra manada mocoso, y es súper fuerte, no por algo es él líder de una de las dos manadas que aún quedan en Japón -volvió a responder entretenida Mitsuki ganándose una queja del pequeño.

Quién iría a pensar que aquel sería uno de sus últimos recuerdos felices juntos.