Bokuto Week [2018]

1. [Owls]

A Bokuto le gusta correr por las mañanas.

Ni siquiera con la almohada se libra del incesante pitido.
Habían sido solo unos segundos en los que sus ojos habías ganado peso sobre sus piernas y en cambio, se sentía con la suficiente energía para correr una maratón.

Así que hora y media antes de que empiecen las clases, como cada mañana, aunque nadie más lo sepa, se quita el sueño de un refregón de agua en la cara y pone su mejor sonrisa bajo su pelo caído.

A veces se plantea llevarlo así a diario, el peso más ligero por momentos en su bolsillo le da vértigo al ver lo cerca que tiene la universidad, así que prescindir de gomina durante un tiempo no va a matar a nadie, lo contrario mataría su economía.

Observa sin mirar los libros que tiene encima del escritorio. Con todos los bolis cerrados y su mejor intento de una caligrafía legible.

Se calza con rapidez y se pone las mallas en las que tiene los bolsillos traseros.

No va a llevarse una botella de agua porque se calentaría en sus manos, y la idea de llevar una mochila es impensable, suficiente tiene con las pesas en los tobillos. Así que agradece tener suelto a mano y hablar echado a lavar su ropa ayer.
Cuando volviera ya le daría un beso a su madre en agradecimiento por todo.
Porque no piensa despertarla a las cinco y media de la mañana para darle las gracias. Hasta él sabe la rabia que da eso.

Hay un parque cerca de su casa que posee los kilómetros perfectos para aumentar su resistencia. ¿Qué clase de Ace que está entre los cinco mejores del país puede tener una mala resistencia?

Él no quiere arriesgarse a ser el primero en perder el título. Así que mientras da las primeras pisadas piensa en el nuevo plan de entrenamiento para su equipo.

No les va a obligar a hacer ese circuito todos los días con él, pero estaría bien que fueran capaces de hacerlo.

Algo que le gusta mucho de esa zona es su paisaje, le ayuda a distraerse del choque seco que a veces da contras las zapatillas al suelo, y que alguna vez le ha dado algún tirón a su espalda.

Tampoco es para tanto, aunque a lo mejor debería ir al fisio, está vez convencerá al fisioterapeuta de que le ponga las tiras azules, no las negras. Por mucho que estás sean las mejores al tener mayor agarre, se niega a recibir tantas miradas como la última vez que se quitó la camiseta. Tanto de preocupación como de...uhh, dejémoslo en miradas que le incomodaron.

El camino que recorre es muy sencillo. Tiene una cantidad de árboles abrumadora y le agrada el hecho de que a esas horas ni hubiera nadie en la calle. Es rectangular y es un parque lleno de máquinas para hacer ejercicios concretos, pero para eso ya entrena en el gimnasio por la tarde junto a sus compañeros.

Su parte favorita del camino, sin ninguna duda, son los miles de miradas curiosas que le observan desde las ramas.

Quizá consiga convencer a sus compañeros de realizar el circuito si les cuenta el hecho de que el sendero está complemente plagado con los animales a los que representan.

A él le quedan unos míseros veinte minutos de cardio y empieza a divagar pensado en llevar a los sobrinos de Akaashi al parque a verlos.
Pero probablemente sea una hora muy temprana para ellos. Hasta a él al principio se lo parecía.
Lo más seguro, es que si pudiera lograr converle, Akaashi iría encantado, y de paso, sus carreras no estarían solo acompañadas del sonido de un par de fuentes y una brisa fresca.

Cuando ve la mota de polen caer hasta sus narices se olvida de la idea y apunta llevarle a Akaashi un paquete de clinex -porque sabe que con el embotamiento de cabeza está peor y más susceptible- y decide esperar a enseñarle ese lugar en su cumpleaños.
Total, está lo suficientemente cerca como para que no se le escape la sorpresa y lo suficiente lejano para que las alergias sino fueran tan fuertes.

Al acabar el estiramiento del final, se despide de una lechuza que le ha cogifo cariño.
Y sabe que hoy va a ser un gran día.

N/A:
Tenía otro capítulo escrito pero Wattpad me ha borrado una gran cantidad de palabras y voy a llorar, tengo sueño. :v
Pero bueno.
Le dedico casi todo lo que va a haber a continuación a mí maravillosa senpai, a la que espero que esto le guste tanto como a mí escribirlo.
Feliz año nuevo.