Wendigo

Capítulo 1

- Nunca olvidaré lo que sucedió aquella noche. Sucedió hace trece años atrás...

Me encontraba en un centro comercial, había salido de casa, recuerdo haber tenido una discusión con mis padres. Todo pasó cuando me fui con uno de mis tíos a una excursión militar, o al menos eso era lo que debió haber sucedido.

Me escapé al centro comercial justo antes de que el transporte partiese hacia su destino, aprovechando el momento de distracción que todos tuvieron al llenar el tanque del camión militar con gasolina. Al llegar al centro comercial que se encontraba cerca de la estación de gasolina, subí las escaleras tan rápido como pude antes de que alguien pudiese verme y darse cuenta de que me había escapado. Llegué al primer piso del edificio, al parecer nadie se había percatado aún de que hacía falta allí, que me había alejado del grupo. Cuando subí al segundo piso me encontré con una vieja amiga de mi madre, estaba con su hijo, sus dos hijas y su esposo. Los saludé a todos, incluyendo a la pequeña que tenía solo tres años en aquel entonces. Inmediatamente me di la vuelta y me alejé de ellos para seguir caminando, la niña me estaba siguiendo, recuerdo haberla llevado a una heladería y una confitería que quedaba ahí en el centro comercial, luego seguimos caminando y entramos en lo que al parecer era un casino, seguimos caminando y nos adentramos en el casino que se encontraba lleno de gente alborotada y rebosante de alegría con billetes y mujeres, aparte de muchos borrachos en la barra. Seguimos caminando rápidamente ya que éramos niños y no se nos tenía permitido permanecer ahí. Al salir llegamos a la parte de atrás del edificio, recuerdo que allí había una escalera que llevaría a la salida del centro comercial, pero al parecer estaba equivocado, no había ninguna escalera allí más que un oscuro pasillo con una luz parpadeante en el centro de éste, se veía como una película de terror, ambos teníamos mucho miedo, recuerdo ese dicho que dice "La curiosidad mata al gato", eso casi nos sucede, mi curiosidad era muy intensa y quería saber a toda costa lo que había al final del pasillo... ¿y las consecuencias? Eso no pasaba por mi mente, la pequeña niña que traía conmigo se aferró muy fuerte a mi brazo, en ese momento, ya cuando faltaban dos pasos para llegar, pensé en ella, y ahí fue cuando llegaron las consecuencias, pero ya era demasiado tarde. Decidí asomarme y ver lo que había ahí. Cuando vi, habían luces ultra violeta y muchos hombres sentados en escritorios dentro de una especie de callejón. Inmediatamente vi cosas blancas, desconozco lo que fuese eso, no alcancé a divisar nada, me asuste y salí corriendo con la niña, intenté cargarla pero por alguna razón las fuerzas no me daban, sentía que pesaba tres veces mi propio peso y no tenía tiempo para pensar en algo, así que solo salí corriendo lo más rápido que pude, traía practicante a arrastras a la niña. Finalmente logramos llegar nuevamente al casino, nos dirigimos directamente hacia el bar, traté de despistarlos, no me quise ir por el mismo lugar que llegué. Al entrar nuevamente al bar, comencé a caminar rápido, estaba muy asustado, así que no dejaba de mirar a todos lados. De reojo logré divisar a un hombre que se encontraba buscando algo con desesperación, inmediatamente me di cuenta de que me estaba buscando a mí, dejé de mirar hacia tras y volví a caminar tan rápido como podía, ya estaba a punto de salir, pero tenía el presentimiento de que me iba a conseguir. Ya cuando estuve a solo pasos de salir, alguien me toma del hombro, me coloca un cuchillo en el cuello y sujeta mis brazos por la espalda con fuerza haciendo que suelte a la niña sin permitirme en ningún momento que lo viera a la cara, las personas que se encontraban en el casino se sorprendieron y se levantaron de sus sillas pero sin marcharse de ahí, el opresor me susurró al oído: "Has visto todo, y la consecuencia es la muerte." A lo que respondí tembloroso y con dificultad: "N-n-no he visto nada." Pero era obvio que no me creería, mis lágrimas comenzaron a caer frenéticamente por mis mejillas y por instinto grité pidiendo ayuda a los que estaban a mi alrededor, sin embargo, nadie intentó hacer algo al respecto. Segundos después, que parecían siglos, dentro de ese inmensurable silencio, solo un hombre se armó de valor y se enfrentó al hombre peligroso, el hombre del bar que se levantó, dijo: "Vamos, hombre cálmate, es solo un niño." Sin embargo ese hombre que ya se encontraba en una situación desesperada con un rehén en sus brazos no parecía tener la intención de calmarse, pero ante el atrevimiento de ese hombre, me empujo lejos haciéndome caer al suelo y luego fue a atacar al hombre que intentaba defenderme, me recuperé del suelo sin levantarme y vi como aquel hombre era golpeado por el opresor al cual aún no había podido verle el rostro, me puse de pie rápidamente, la niña me estaba esperando llorando en la salida. Cuando llegué a la salida volví a mirar hacia tras y me di cuenta de que el hombre del bar había sido asesinado por el opresor, seguidamente llegó otro hombre a detenerlo y el hombre peligroso lo apuñaló con el cuchillo, por fin podría ver su rostro, pero en ese momento mi vista se nubló. A partir de eso no recuerdo nada más relacionado con el suceso.