Cap. 23: Revelaciones

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Empezaré éste capítulo diciendo que el fin está próximo...
También quiero informar que últimamente estaré más activa que nunca, ya que volví a muda-muda-mudarme, y ahora no sé cómo pero resulta que tengo más tiempo para escribir...
Otra cosa: parece que muy pronto éste fic estará rompiendo la barrera del 1 k de ☆, por lo que tengo planeado hacer un especial para cuando eso pase. Al final de éste cap. les pediré que hagan una votación sobre qué les gustaría que tratara el especial.
Ahora, volvamos a lo que nos concierne!!!

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Te despertaste sobresaltada, sin entender en dónde te encontrabas. Todo estaba oscuro a tu alrededor, y te tomó cierto tiempo recordar que te hallabas prisionera en la casa de Rokudenashi. Automáticamente te incorporaste, y viste que el humo negro conectado a tu cuerpo se veía ligeramente menos espeso que antes. ¿Estaba flaqueando el poder del enemigo? Trataste de llamar a Rotten, pero ella no apareció. Tendrías que lograr que el humo desapareciera por completo para poder convocar a tu Stand.

Te sentías mucho mejor ahora, por lo que te atreviste a levantarte para inspeccionar un poco el sitio. Las costillas te dolían aún, pero podías soportarlo.
Encaminaste tus pasos lo más silenciosamente que pudiste hacia la puerta, y giraste el picaporte con sumo cuidado. Esperabas que la puerta se encontrará cerrada con llave, pero para tu sorpresa lograste abrirla sin mayor dificultad.

"Éste tipo debe estar muy confiado si me ha dejado la puerta abierta... Ja, debe pensar que no soy capaz de escapar" pensaste.

Saliste a la oscuridad de un pasillo, y el aire helado golpeó tu rostro. Pudiste ver una escalera descendente a unos metros delante tuyo, y por el pasillo a la izquierda se divisaba una puerta cerrada.
Te moviste hacia la escalera, siguiendo el hilo de humo que bajaba por allí. Las tablas de madera de los escalones crujieron ligeramente bajo tu peso, y temiste que Rokudenashi te oyera. Esperaste unos segundos, pero al ver que él no venía, continuaste descendiendo.
Abajo, casi todas las luces estaban apagadas, lo que más iluminaba era el resplandor de la luna que ingresaba por las ventanas. Avanzaste por la sala de estar, hasta toparte con el comedor. Debías atravesar el comedor si querías llegar al hall de entrada. Pero había un problema: el enemigo se encontraba sentado a la mesa, con la capucha cubriéndole todo su rostro.
Lo observaste con detenimiento desde la distancia; parecía estar dormido, ya que se encontraba encaramado sobre la mesa, usando sus brazos a modo de almohada.

"Puedo pasar a su lado sin hacer ruido... no será difícil" pensaste, tratando de convencerte a ti misma.

Avanzaste un par de pasos hasta hallarte justo delante de la mesa.

-Toma asiento, si gustas- dijo la voz del "durmiente", haciéndote pegar un pequeño salto por la sorpresa.

Rokudenashi levantó la vista y te miró con su único ojo. Tenía expresión cansada, por lo que supusiste que no dormía desde hace algún tiempo. Tal vez su Stand en realidad no funcionaramientras él dormía, y para mantenerte controlada debía permanecer despierto...

-¿Pensabas huir? La puerta principal está cerrada con llave- te informó él.

-Y he de asumir que tú tienes esa llave...- soltaste.

-Qué perceptiva eres...- se burló el rubio.

- No tengo que escapar por la puerta necesariamente. Sabes que podría salir por una ventana...

-¿Crees que te lo permitiré? Jamás llegarías hasta una ventana antes de ser alcanzada por mi Stand.

Él tenía razón, era inútil negarlo. Soltaste un suspiro resignado y te moviste a la silla que se hallaba más alejada de Rokudenashi, sobre la cual acabaste tomando asiento.

¡Crazy, Shining, Bizarre Love! [JosukexReader]Where stories live. Discover now