Oscura pesadilla

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Maria

Me desperte algo mareada. Tenia muchisimo sueño, pero la luz que entraba por la ventana me impedia volver a dormir. Algo dormida aun me di la vuelta en la cama, pero, gracias a mi buena suerte -Notese el sarcasmo- Cai de espaldas al suelo.

-Mierda... que daño... -Con un terrible dolor de culo me levante del suelo y fui lentamente al baño, me lave la cara y baje abajo-

Al llegar a la planta baja un estruendoso ruido de cosas metalicas cayendo al suelo me hicieron saltar del susto.

-¿Quien hay ahi? -Dije mientras me dirigia a la cocina de puntillas, procurando no hacer ruido alguno-

Nadie contesto a mi pregunta, pero se hizo el silencio. Mi corazon empezo a latir muy deprisa y las piernas me temblaban, ¿Quien habia entrado en casa? ¿Seria un ladron?

La puerta de la cocina estaba cerrada. La idea de que un desconocido anduviera por casa me ponia los pelos de punta, asi que, sin hacer ruido, agarre un viejo paraguas que habia tirado en el salon y me coloque delante de la puerta.

Una...

Dos...

¡Tres!

Cuatro...

¿Que? ¿¡Quieres entrar de una vez?!

Sisi... perdon.

Di un fuerte portazo y la puerta se abrio de forma brusca, y de pronto me encontre de frente con el supuesto “ladron".

Mis ojos se abrieron de par en par al ver a Abdiel sin camiseta, envuelto en harina y con una espatula en la mano izquierda y una cascara de huevo en la otra.

-¿¡Abdiel?! -Grite fuerte- ¿¡Que demonios haces aqui?!

-Este rio fuerte- Ayer me pediste que me quedara -Enrojeci al recordar nuestra noche juntos- Y bueno, ya que me desperte temprano te estaba preparando el desayuno -Me sonrio- ¿Pensabas asustar a alguien con eso?

-Esto... ¡Acabo de levantarme, es normal que no pueda pensar con claridad! -Le conteste-

-¿Enserio pensabas pegarme? -Rio- ¿Con... un paraguas?

-¡Crei que eras un ladron! -Grite malhumorada-

-Este volvio a reir- Anda sientate que te he preparado un desayuno especial -Se relamio los labios- Que como buena amiga mia que eres lo compartiras conmigo ¿verdad?

-Claro, bobo -Le sonrei-

Como el me habia dicho, me sente en una de las sillas del comedor y espere a que el me sirviera mi “desayuno especial"

Ohhhh... que tierno, te ha preparado el desayuno...

Callate, solo somos amigos

Para el no lo eres

¿Como que no lo soy?

Para el eres mas que una amiga... eres su...

No lo digas

Eres su...

-¡He dicho que no! -Grite, pero al momento me tape la boca al recordar que Abdiel se encontraba solo a unos metros de donde yo estaba-

Caperucita NegraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora